Adulado por muchos, Mario Conde se prodiga en todos los foros. Tan pronto forma parte de la comitiva que acompaña al presidente Felipe González a un viaje a Moscú, como se muestra cómplice con José María Aznar, entonces jefe de la oposición.
Comparte mesa, foto y atención mediática con la mismísima Margaret Thatcher. También celebra el primer Tour de Miguel Induráin, a cuyo equipo patrocina desde Banesto.
Se codea con lo más granado de la sociedad española, y eso incluye a la Casa Real. Se había ganado la amistad de Juan Carlos I, de quien llega ser banquero personal. Y también de su madre, Juan de Borbón.
Rico y bien parecido, es el hombre del momento. Se le consagra como un modelo social. Entre lo que también llama la atención, su estilo. Siempre va impecable y los trajes son parte de su seña de identidad.
Sin embargo, el Banco de España lleva tiempo advirtiéndole de los problemas de solvencia de la entidad que preside.