Según un estudio realizado por expertos de la Escuela de Salud Pública de Harvard y el Brigham and Women’s Hospital, la espiritualidad debe incorporarse en la atención tanto de enfermedades graves como de salud general.
Crédito: Jared Rice.
«Este estudio representa el análisis sistemático más riguroso y completo de la literatura moderna sobre la salud y la espiritualidad hasta la fecha», dijo Tracy Balboni, autora principal y médica principal del Dana-Farber/Brigham and Women’s Cancer Center y profesora de oncología radioterápica en la Escuela de Medicina de Harvard. «Nuestros hallazgos indican que la atención a la espiritualidad en enfermedades graves y en la salud debería ser una parte vital de la futura atención integral centrada en la persona, y los resultados deberían estimular una mayor discusión y progreso a nivel nacional sobre cómo se puede incorporar la espiritualidad en este tipo de cuidado sensible a los valores».
«La espiritualidad es importante para muchos pacientes cuando piensan en su salud», dijo Tyler VanderWeele, profesor de epidemiología John L. Loeb y Frances Lehman Loeb en los departamentos de epidemiología y bioestadística de la Harvard Chan School. «Enfocarse en la espiritualidad en el cuidado de la salud significa cuidar a la persona en su totalidad, no solo a su enfermedad».
El estudio, del que fueron coautores Balboni, VanderWeele y el autor principal Howard Koh, profesor Harvey V. Fineberg de Práctica de Liderazgo en Salud Pública en la Harvard Chan School, se publicó recientemente en el Journal of the American Medical Association. Los autores también copresiden la Iniciativa Interfacultativa sobre Salud, Espiritualidad y Religión de la Universidad de Harvard.
La espiritualidad se define como «la forma en que las personas buscan el significado, el propósito, la conexión, el valor o la trascendencia últimos», según la Conferencia Internacional de Consenso sobre el Cuidado Espiritual en el Cuidado de la Salud. Esto puede involucrar la religión organizada, pero también incluye los medios para descubrir el significado último a través de las conexiones con la familia, la comunidad o la naturaleza.
Crédito: Eddie Wingertsahn.
Balboni, VanderWeele, Koh y sus colegas evaluaron los datos de la más alta calidad sobre espiritualidad en enfermedades graves y salud publicados entre enero de 2000 y abril de 2022 en su análisis. 371 de las 8.946 publicaciones que tratan sobre enfermedades graves cumplieron con los estrictos requisitos de inclusión del estudio, al igual que 215 de los 6.485 artículos sobre resultados de salud.
Un panel Delphi —un grupo de expertos organizado e interdisciplinario— evaluó la evidencia colectiva más fuerte y produjo implicaciones de consenso para la salud y la atención médica.
Señalaron que para las personas sanas, la participación en la comunidad espiritual, como se ejemplifica en la asistencia al servicio religioso, se asocia con vidas más saludables, incluida una mayor longevidad, menos depresión y suicidio, y menos consumo de sustancias.
Para muchos pacientes, la espiritualidad es importante e influye en los resultados clave de la enfermedad, como la calidad de vida y las decisiones de atención médica. Las implicaciones del consenso incluyeron la incorporación de consideraciones de espiritualidad como parte de la atención médica centrada en el paciente y una mayor conciencia entre los médicos y profesionales de la salud sobre los beneficios protectores de la participación de la comunidad espiritual.
Crédito: Himsan.
El panel de 27 miembros estaba compuesto por expertos en espiritualidad y cuidado de la salud, salud pública o medicina, y representaba una diversidad de puntos de vista espirituales/religiosos, incluidos espiritual-no-religioso, ateo, musulmán, católico, varias denominaciones cristianas e hindú.
Según los investigadores, el simple hecho de preguntar sobre la espiritualidad de un paciente puede y debe ser parte de una atención centrada en el paciente y sensible a los valores. La información obtenida de la conversación puede guiar la toma de decisiones médicas adicionales, que incluyen, entre otras, la notificación a un especialista en atención espiritual.
Los especialistas en atención espiritual, como los capellanes, están capacitados para brindar atención clínica pastoral a diversos pacientes, ya sean espirituales, no religiosos o de diversas tradiciones religiosas. Los propios capellanes representan una variedad de trasfondos espirituales, incluidos seculares y religiosos.
«Pasar por alto la espiritualidad hace que los pacientes se sientan desconectados del sistema de atención médica y de los médicos que tratan de atenderlos», dijo Koh. «Integrar la espiritualidad en la atención puede ayudar a cada persona a tener una mejor oportunidad de alcanzar el bienestar completo y el nivel de salud más alto posible».
El estudio fue financiado por la Fundación John Templeton.
