De los Stark a los Lannister: así han quedado las casas de Poniente tras el final de ‘Juego de Tronos’

Después de tan larga introducción queda desgranar qué acabó pasando con los Stark. Ned murió decapitado en Desembarco del Rey al final de la primera temporada. Descubrió que los hijos de Cersei no eran del Rey Robert, sino de Jaime, con lo cual eran ilegítimos. La Reina ordenó la muerte de su esposo, que falleció en una cacería, y se encargó de que Ned no tuviera fuerzas necesarias para lograr que Stannis Baratheon fuera proclamado rey en vez de Joffrey. Pese a que iba a ser desterrada al Muro, el nuevo Rey Joffrey ordenó su ejecución. Dos temporadas más tarde le siguieron Lady Catelyn, Rob (El Rey en el Norte), y la esposa de este, Talissa Maegyr, que estaba embarazada. Los tres fueron asesinados en la boda roja. Rickon murió asesinado por Ramsay Bolton al inicio de la Batalla de los Bastardos, en el noveno episodio de la sexta temporada.

Sobrevivieron Sansa, Bran y Arya Stark, además de Jon Snow, de sangre Stark por línea materna al revelarse que no era el bastardo de Ned, sino el hijo que tuvieron Rhaegar Targaryen, que fue heredero de los 7 Reinos, y Lady Lyanna Stark. Después de muchos capítulos de sufrimiento, Sansa, Señora de Invernalia, fue coronada como Reina del Norte al conseguir su propósito de que las tierras norteñas fueran independientes como antes de la llegada de los Targaryen. Arya, la heroína que salvó el mundo de los vivos, llevó el estandarte de los Stark en su expedición al oeste de Poniente, rumbo a lo desconocido, mientras que en un movimiento totalmente sorprendente, Bran se convirtió en Rey al ser elegido por los Señores y Señoras de Westeros. Los Stark quedaron bien colocados.

¿Y su primo Jon Snow, cuyo verdadero nombre era Aegon Targaryen? Pese a que hubo quien pensó (quien escribe esto, sin ir más lejos), que se sentaría en el Trono de Hierro como legítimo heredero que era y creía un reino justo y más igualitario, finalmente volvió al punto de partido. Alentado por Tyrion, asesinó a su amada y trastornada Daenerys Targaryen. Fue detenido por los Inmaculados, y pese a contar con su familia y numerosos aliados en la cumbre de Señoras y Señoras de Poniente, no logró ni el trono ni ser un hombre libre. Su condena fue volver a la Guardia de la Noche, donde fue enviado por su padre y que abandonó tras su resurrección en la sexta temporada. Allí le esperaban su amigo Tormund y su lobo huargo Fantasma. Sin duda, hay futuro para los Stark, si bien es cierto que la siguiente generación depende de Sansa y Arya. ¡Larga vida a los Stark, emparentados con Aguasdulces, el Valle, sentados en el trono (pero no el de Hierro, que no existe) y reinando en el norte!

Después de no saber nada más del primo de Sansa, Arya y Bran Stark desde el final de la sexta temporada, fue uno de los presentes en la reunión de la que Bran sale como rey. Robin se ha hecho mayor y parece estar por fin capacitado para ejercer de gobernante del Valle de Arryn. La dinastía emparentada con los Stark por los matrimonios de las Tully tiene futuro.

Lord Edmure se casó con una Frey en la boda roja, y de esa unión nació al menos un hijo. Se rindió a los Lannister y llenó de decepción a su valiente tío el Pez Negro, pero ha logrado sobrevivir, como se vio en la cumbre de Señores y Señoras. Se desconoce si ha tenido más hijos y cómo será la mezcla del inútil Tully con un miembro de la desagradable familia Frey, pero al menos hay futuro para los Tully de Aguasdulces. Eso sí, como quedó claro antes de la elección de Bran como rey, Lord Edmure da tanta vergüenza que hasta Sansa le hizo callar y sentarse para que se olvidara de postularse como Monarca. Desde luego que Lady Catelyn no se merecía los hermanos que tuvo.

Por su parte, Euron murió en el penúltimo después de una lucha a muerte con Jaime Lannister. Se marchó pensando que había sido el nombre que asesinó al Matarreyes, pero no. Lo importante es que desapareció, quedando como representante de la Casa Greyjoy la valiente Yara. Hay futuro al menos por esta generación.

Previamente, Lord Stannis había dado su consentimiento para que se sacrificara a su hija Shireen. Así, el único superviviente fue Gendry, el herrero, legitimado por Daenerys en la celebración en Invernalia tras la batalla contra el Señor de la Noche y sus huestes. Gendry, nombrado Señor de Bastión de Tormentas, es el presente y futuro de la Casa Baratheon, aunque no podrá compartirlo con Arya Stark, que le rechazó.

Solo se salvó Lady Olenna, que se unió a Daenerys Targaryen para vengarse de Cersei, que le había robado el futuro de su Casa. Lamentablemente, los Lannister lograron llegar a Altojardín. Jaime entró al castillo de los Tyrell y permitió que Lady Olenna terminaba sus días bebiendo un veneno, aunque saboreó su venganza al revelar a Ser Jaime que ella había sido la autora intelectual del asesinato de Joffrey. Esa fue su revancha contra Cersei, pero no evitó la desaparición de los Tyrell. El gobierno del Dominio quedó vacante hasta que fue ocupado por Ser Bronn de Aguasnegras, el mercenario aliado de los Lannister que se llevó este premio después de que Tyrion se lo prometiera a cambio de que olvidara asesinarle a él y a Jaime por orden de Cersei. La desaparición de los Tyrell ha sido de lo peor de la serie, pero no hay que negar que ese final de la sexta temporada con el septo de Baelor estallando mientras Cersei contempla la escena desde la Fortaleza Roja es historia de la televisión.

La maldad encarnada por Lord Tywin acabó cuando Tyrion le asesinó con una ballesta al descubrir que se acostaba con Shae, y de paso también por querer acabar con él en el injusto juicio al que fue sometido por el asesinato de Joffrey y del que se libró al ser liberado por Jaime. Eso ocurrió al final de la cuarta temporada. En la quinta fue asesinada la Princesa Myrcella mediante un veneno sumistrado por Ellaria Arena, mientras que al final de la sexta mueren Kevan y Lancel Lannister en la explosión del Septo de Baelor que acabó con los Tyrell, sumado al suicidio del Rey Tommen, que se tira desde la Fortaleza Roja al saber lo ocurrido.

Así, en las dos últimas temporadas solo han estado los tres hermanos. Cersei, que pasó de reina consorte, a reina regente y después a reina por sí misma, perdió el favor de su amado Jaime, que marchó a Invernalia para participar en la guerra contra el Rey de la Noche. Pese a su historia de amor con la leal Brienne de Tarth, la abandona para volver a Desembarco del Rey y reunirse con Cersei. Tyrion intenta que pare la pesadilla y que no haya guerra, que Cersei rinda la ciudad y deje que entren las huestes de Daenerys y que ambos puedan escapar a las Ciudades Libres. Jaime no consigue llegar a tiempo, pero logra entrar en la Fortaleza Roja después de matar al villano Euron Greyjoy y encuentra a Cersei.

Aunque ella es la encarnación del mal, rota y desesperada al saberse sola y derrotada por Daenerys Targaryen (que está arrasando la ciudad con el dragón que le queda vivo), produce cierta ternura ver el reencuentro entre los hermanos y amantes, que ya solo se tienen el uno al otro mientras el mundo se derrumba. Precisamente así encontraron la muerte, bajo los cascotes de la Fortaleza Roja. Ambos perecieron abrazados, un final un tanto discreto para un personaje que se merecía algo más grandioso antes de irse de este mundo (bueno, de ese mundo). Tyrion, que es quien les descubre, es detenido por traición a la Reina Daenerys al haber dejado libre a su hermano. Su inteligencia le salva y es quien tiene la idea de una monarquía electiva, para que selecciona a Bran Stark. Todos los secundan y el propio rey le nombra su Mano. ¿Tiene futuro la Casa Lannister? Casterly Rock ha estado abandonada casi toda la serie, así que no parece importar mucho aunque fuera una fuente de riquezas. En cuanto a la perpetuación de la dinastía, no parece que haya demasiadas esperanzas, pero con Tyrion Lannister nunca se sabe.

Contar todo el periplo de Daeneyrs es demasiado, así que en resumen comentar que Viserys fue asesinado por Khal Drogo, Danny se hizo fuerte con sus tres dragones, de los que solo Drogón llegó al final, y que se convirtió en la salvadora de los esclavos. Danerys de la Tormenta tenía un fin: conquistar el Trono de Hierro que se le arrebató a su familia.

¿Tenía derecho? Ciertamente sí. ¿Era la más adecuada? Lo primero es que no era la legítima heredera, ya que Jon Snow, al que se hizo pasar por hijo bastardo de Ned Stark, era en realidad vástago legítimo de Rhaegar Targaryen y Lyanna Stark, por lo que estaba antes en el orden sucesorio. Además, como dijo el Rey Jaehaerys II: «Locura y grandeza son dos caras de la misma moneda y cada vez que un Targaryen nace, los dioses lanzan la moneda al aire y el mundo aguanta la respiración para ver de qué lado caerá». Parecía que la moneda había caído del lado de la grandeza, pero lo cierto es que la Khaleesi fue dejando pequeñas pinceladas de su crueldad y su maldad. El culmen llegó con el genocidio de Desembarco del Rey, ciudad que arrasó con su dragón pese a que se había rendido y que en su mayoría era gente inocente, esa a la que quería salvar. Quería instaurar un nuevo orden mundial en el que primaría su forma de hacer las cosas, lo que ella creía que era el bien, y a su lado quería a su sobrino, Jon Snow, (Aegon Targaryen): «Construye un nuevo mundo conmigo», le dijo. El leal Jon, convencido por Tyrion, puso en práctica lo que había dicho: «El amor es la muerte del deber», y tras besarla y decirle que siempre sería su reina, le clava un puñal.

Poniente resurge de sus cenizas y Jon es enviado al Muro, que en realidad ya no sirve para nada. No podrá tomar esposa ni hijos, y tampoco llevará nunca el apellido de su verdadero padre, así finalmente la Casa Targaryen desaparece para siempre. ¡Larga vida al Rey Bran, larga vida a la Reina en el Norte, larga vida a la Casa Stark!