El juicio a Daniel Sancho en Tailandia no deja de generar novedades. Resumimos todo lo que se ha publicado al respecto.
El juicio a Daniel Sancho en Tailandia no deja de generar novedades. Resumimos todo lo que se ha publicado al respecto.
Según indicaba Bea de Vicente, profesional del derecho, durante su cobertura de las primeras sesiones de la vista oral, Daniel Sancho está «abandonado a su suerte». Es el propio Rodolfo Sancho el que va buscando los documentos que necesita su hijo durante el proceso mientras el abogado defensor «medita, por no decir duerme».
El joven tiene bastante claro que los abogados elegidos ni le están defendiendo, ni están trabajando como se esperaba. No en vano, la propia de Vicente le ha recomendado a Daniel que acepte un pacto para regresar a España pasados ocho años. El panorama legal es bastante negativo para Daniel. Basta con repasar lo que la policía tailandesa redactó en la primera declaración del joven: «Golpeé la cabeza de Edwin contra el lavabo. Ahí perdió el conocimiento. Noté que había mucha sangre en el suelo. Y ahí me detuve hasta asegurarme que Edwin estaba muerto. Luego utilicé cosas que había comprado para desmembrarlo». Es decir, reconoció la premeditación del asesinato según la versión de la policía.
También extraña que en la declaración indicara con total exactitud el punto geográfico donde tiró los restos de Edwin Arrieta e incluso que supiera el apellido de la traductora que quería que le asistiese durante el juicio. Tanta especificación hace pensar que estamos ante un caso más de enjuague policial.
Por su parte el Ministerio de Asuntos Exteriores, que sigue obviando que hay un español enfermo desde febrero en Tailandia y sin mover un dedo para enviarle un avión medicalizado, ya está negociando con la justicia del país para evitar que Daniel termine en la cárcel de Bang Kwang, una de las más peligrosas del país. En un mes o dos sabremos cuál es la sentencia, pero o mucho cambia el asunto, o a Daniel le esperan bastantes años en prisión.
