MIAMI, Estados Unidos.- La Dirección Nacional de Béisbol de Cuba culpó a la administración del presidente estadounidense Donald Trump de la deserción del joven pelotero Yoelkis Céspedes, quien abandonó el equipo de la Isla durante la actual Liga Canadiense-Americana (Can-Am), según un tuit de la propia organización.
“Yoelkis Céspedes abandonó el equipo asistente a la Liga CANAM poco después de nuestra llegada a New Jersey, Estados Unidos, su decisión echa por tierra el compromiso contraído, pero el colectivo mantiene en alto la voluntad de victoria. Seguimos en combate”, decía el mensaje en el que se confirmó la deserción.
Yoelkis Céspedes abandonó el equipo asistente a la Liga CANAM poco después de nuestra llegada a New Jersey Estados Unidos, su decisión echa por tierra el compromiso contraído, pero el colectivo mantiene en alto la voluntad de victoria. Seguimos en combate. pic.twitter.com/adf1GoEyU8
— Direccion Nacional de Beisbol (@DireccionNacio5) June 25, 2019
Más tarde, en un segundo tuit, las autoridades cubanas criticaron al Gobierno de Estados Unidos y aseguraron que lo sucedido se trataba de una consecuencia de la anulación del acuerdo al que llegaron la Federación Cubana de Béisbol (FCB) y la Major League Baseball (MLB).
“El acuerdo con MLB invalidado por la administración Trump evitaría que abandonara su equipo como hizo Yoelkis Céspedes en plena Liga CANAM, resultaría única vía para intentar acceder a ese circuito. Insistimos en que tal decisión propicia conductas como esta”, escribieron en Twitter.
El acuerdo con MLB invalidado por la administración Trump evitaría que abandonara su equipo como hizo Yoelkis Céspedes en plena Liga CANAM, resultaría única vía para intentar acceder a ese circuito. Insistimos en que tal decisión propicia conductas como esta. pic.twitter.com/8PgxrGXuen
— Direccion Nacional de Beisbol (@DireccionNacio5) June 25, 2019
A comienzos del pasado mes de abril, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos comunicó a la MLB en una carta que había decidido cancelar una decisión tomada por el gobierno del expresidente Barack Obama (2009-2017) y que permitía a las Grandes Ligas pagar una tarifa de liberación a la FCB para contratar a los peloteros cubanos, para que pudieran integrarse en los 30 equipos profesionales estadounidenses, y después regresar a la isla sin perder la residencia en su país de origen.
En Washington consideraron que un pago a la FCB “es un pago al Gobierno de Cuba” y recodaron la prohibición de llevar a cabo este tipo de transacciones financieras con el gobierno cubano porque violaría el embargo de EE.UU. a la mayor de las Antillas.
