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Cuba: otra oportunidad perdida

Puerto del Mariel. Los cubanos aún no perciben los anunciados beneficios de este megaproyecto  (Foto: container-mag.com)

Puerto del Mariel. Los cubanos aún no perciben los anunciados beneficios de este megaproyecto (Foto: container-mag.com)

LA HABANA, Cuba.- La tensión social crece al constatar los cubanos que el gobierno no acomete un plan integral urgente para estimular el despegue de la economía, con cambios en el férreo control sobre las empresas estatales, simplificación de las legislaciones, mayor apertura a la iniciativa privada y agilización con garantías a la inversión extranjera.

Raúl Castro anunció en julio pasado la crítica situación por la carencia de liquidez y la posibilidad de solo alcanzar el 1% de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) en 2016, pero informaciones recientes auguran que ni siquiera se logrará tan baja cota, mientras en 2017 continuará la recesión hasta niveles imprevisibles, de continuar la inercia.

Los cubanos padecen diariamente la recurrencia de los ancianos gobernantes a los métodos controladores, rémoras durante 57 años, y la imposibilidad de los probables relevos de aplicar medidas racionales para eliminar el bloqueo interno, estranguladoras de las fuerzas productivas. El bloqueo-embargo norteamericano se culpa con fuerza y se realizan los ejercicios militares “Bastión 2016”, como si alguien creyera que los yanquis tuvieran responsabilidad por el creciente desabastecimiento de medicamentos y productos de primera necesidad o por la incapacidad de cubrir gastos fundamentales debido a los escuálidos salarios y pensiones, y que además fueran a invadir al depauperado archipiélago.

La única opción estimulada por las autoridades continúa siendo el éxodo ilegal hacia Estados Unidos, mientas cínicamente acusan a la Ley de Ajuste Cubano y la política de “pies secos, pies mojados” de ser la causante. Las declaraciones del futuro presidente Donald Trump y los legisladores cubanoamericanos sobre su eliminación o modificación, refuerza la urgencia de huir lo antes posible.

Resulta probable que en Trump prevalezca el empresario y los sectores estadounidenses que procuran comerciar e invertir en la isla, pero los cubanos sienten esfumarse sus esperanzas de cambios por los pronunciamientos a ambos lados del Estrecho de la Florida.

Las comparaciones con los notables resultados económicos y sociales en Vietnam y China desconciertan a los cubanos, con cada visita de un alto dignatario de regímenes también con partido único y fuerte control ciudadano.

El primer ministro Chino, Li Kequiang, presenció con Raúl Castro la firma de acuerdos de créditos y condonación de adeudos, en septiembre pasado. Tras la muerte de Mao, en 1978, Hua Guafeng comenzó la transición de China desde una economía planificada a una economía mixta con mercado cada vez más abierto. El Partido Comunista lo llamó socialismo con características chinas, abierto al progreso en el campo, la inversión extranjera y la producción para la exportación, que ha convertido a China en la segunda potencia económica mundial, impulsora de la economía global.

El presidente Ji Xinping promueve la expansión del mercado interno y la elevación del nivel de vida de los ciudadanos. En el Foro Empresarial de la APEC, en Lima, el 19 de noviembre, anunció que en 2016 el PIB creció 6,7% .

El consumo ha contribuido con el 71%, el valor agregado de los servicios representó el 52,8%, 10,67 millones de empleos urbanos fueron creados, la brecha entre los ingresos urbanos y rural disminuyó, surgieron nuevas empresas, muchas regiones y sectores están atravesando transformaciones alentadoras, la sociedad prospera en todos los aspectos, se prioriza la reforma estructural, la oferta, una nueva fuerza impulsora para garantizar un desarrollo parejo y sostenido.

Tran Dai Quang, presidente de Vietnam, coordinó la colaboración con Raúl Castro, el 16 de noviembre, en La Habana, que será ampliada por los acuerdos de la 36 Sesión Intergubernamental a afectarse el día 23. Asimismo, fue condecorado con la Orden José Martí y visitó a Fidel Castro.

Vietnam, destruido por la guerra, sustituyó el mecanismo económico centralizado por una economía de mercado con orientación socialista en 1986. El PIB ha crecido 7% como promedio, el Banco Mundial lo considera uno de los países más exitosos, la renta per cápita se triplicó, la pobreza se redujo de 58% en 2003 a 12% actualmente. En menos de 25 años han salido de la pobreza 25 millones de personas, y la pobreza extrema se redujo a menos del 2%. Vietnam es uno de los pocos países que ha logrado cumplir las metas del milenio en la fecha fijada por ONU, según datos del diario Granma. Los vietnamitas aprendieron el cultivo de café en Cuba hace menos de dos decenios y hoy están entre los principales exportadores, pero las cosechas cubanas decrecen.

Mientras Cuba continúa involucionando, la comunidad internacional mantienen los brazos tendidos a los cubanos. Justin Trudeau, el sencillo y dinámico primer ministro de Canadá, visitó el 15 de noviembre, y respondió preguntas de jóvenes ante Raúl Castro en el Aula Magna de la Universidad de La Habana, transmitido en vivo por la televisión nacional. Canadá siempre ha sido abierto a Cuba y su población, sin desatender discretamente la situación de los derechos humanos; es el principal emisor de turistas a la isla caribeña.

La empresa Sherrit renovó la producción de níquel y se expande en el petróleo y la agricultura, fundamentalmente. La colaboración podría ampliare, aunque Trudeau, en esta era de progreso innovador a nivel mundial, podría haberse sentido defraudado por la retórica estática de los amables dirigentes cubanos. Su estancia coincidió con la del presidente vietnamita, pero, a diferencia de este, no se reunió con Fidel Castro.

El gobernador de Virginia Occidental, Earl Ray Tomblin, viajó a La Habana el 18 de noviembre; la primera personalidad de Estados Unidos en hacerlo después del triunfo electoral de Donald Trump. El secretario de comercio y representantes de compañías de su estado lo acompañaron para explorar posibilidades comerciales y de cooperación futura en producción de carbón, gas natural y tecnologías de la industria la alimentaria.

Obama declaró que no espera cambios de Trump en la política hacia Cuba ni hacia América Latina, durante su participación en la Cumbre Asia-Pacífico, en Perú, el 19 de noviembre. Sin embargo, las autoridades cubanas permanecen incólumes ante los graves problemas nacionales y desaprovechan las oportunidades.