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Cuba y los plazos traicioneros del régimen

(Foto de archivo)

LA HABANA, Cuba. – Una persona en un tuit pidió a la dictadura que en la próxima Ley Electoral haya pluripartidismo. Al parecer, no se enteró que se aprobó una nueva Constitución que mantiene que el Partido Comunista de Cuba es el único y se auto considera la fuerza política dirigente superior de la sociedad y del Estado.

La Constitución es un mamotreto, burla del entendimiento humano y fiel reflejo del despotismo castrista. Tiene detalles innecesarios, pero está comprando tiempo y poder, algo a lo que se ha dedicado siempre la dictadura.

Ahora le sigue un año completo de organización del nuevo gobierno, tienen seis meses, después que se haga efectiva a partir de su publicación en la Gaceta Oficial, para que la Asamblea Nacional del Poder Popular apruebe una nueva Ley Electoral; después tienen tres meses para elegir entre sus diputados al Presidente, Vicepresidente y Secretario y demás miembros del Consejo de Estado, incluyendo Presidente y Vicepresidente de la República.

Después se dan tres meses más para que el Presidente de la República proponga a la Asamblea la designación del Primer Ministro, los Ministros y demás miembros del Consejo de Ministros. Hasta aquí se ha consumido un año en todo este proceso. Y necesitan al menos dos años para tener terminado el arreglo de armar el Gobierno.

Es importante aclarar que en todo este manejo de quita y pon cargos, porque la gente va a seguir siendo en su mayoría la misma, solo darán un poco de “agua al dominó”, el pueblo no tendrá voz y mucho menos voto. Las selecciones de todos estos cargos las hará la Asamblea Nacional, en principio, y el Presidente de la República.

De forma adicional, para poder materializar el contenido del texto constitucional, deberá realizarse una transformación legislativa, ya que hay que elaborar normas para poder desarrollar su “mal” contenido.

Entre las modificaciones legislativas que se llevarán a cabo está el Código de Familia, que es el que debe figurar la forma de construir el matrimonio, y que ha sido muy discutido por la población cuando se contempló la posibilidad que se legalizara la unión entre dos personas del mismo sexo. Ahora, la Asamblea Nacional del Poder Popular tiene dos años a partir de la entrada en vigencia de la Constitución para iniciar un proceso de consulta popular y referendo del proyecto de Código de Familia.

Pero la sociedad no se paraliza en espera de esto, siguen incrementándose los problemas materiales y espirituales que tienen los cubanos, aunque por todo este tiempo la dictadura querrá hacer ver que con las nuevas estructuras se van a solucionar, pero muchos entenderán que son solo cambios de nombre y cargos.

Mientras tanto, en el mundo exterior –ignorado en pretensión por el régimen- se desarrollan con velocidad acontecimientos políticos que, sin lugar a dudas, afectarán en el corto plazo a la dictadura.

Venezuela es la punta de lanza del derrumbe total de la izquierda en América Latina. Una eventual caída del régimen chavista conllevaría a una seria afectación para la política de injerencia de la dictadura cubana en otros países. No se quedarán atrás Nicaragua y Bolivia, en particular Daniel Ortega, que trata de arreglar un poco su panorama interno soltando a algunos presos y sentándose a conversar, algo insuficiente si se tiene en cuenta el nivel de represión que ha habido en los últimos tiempos en ese país.

En el caso de Bolivia, habría que esperar el resultado de las elecciones en octubre de este año, ya que el Tribunal Supremo electoral habilitó a Evo Morales para presentarse a elecciones, a pesar de que, en el año 2016, una consulta popular le negó la posibilidad de modificar la Constitución para eliminar el límite de los dos mandatos. De lo anterior se desprende que no resultará muy popular durante las elecciones y puede dejar el poder, ya que el pueblo tiene la posibilidad de no elegirlo.

Por otra parte, desde que se aprobó la Ley Helms Burton en el año 1995, nunca se había considerado la posibilidad de poner en vigor el título tres. Fueron más de veinte años posponiéndolo de seis meses en seis meses, lo que hizo que la dictadura confiara en que nunca se volvería a hablar de ello y apostará por conseguir inversionistas, ya que la producción de bienes y servicios no funciona y ellos necesitan irse por la vía de la inyección de capital debido a las grandes deudas que tiene el país.

Si bien ajustar las leyes a la nueva Constitución y crear normas con acoples organizativos, será un tremendo reto para el régimen en un contexto marcado por la falta de gobernabilidad que hay en el país, los problemas de finanzas y un panorama nacional e internacional sumamente hostil a los intereses de la dictadura. Son momentos muy difíciles y no importa que les pongan buena cara, no se les ve solución, por lo que no se descarta que, entre una cosa y otra, haya que seguir buscando plazos traicioneros.