Inicio Cuba Ecos de Suicidal Tendencies en La Habana

Ecos de Suicidal Tendencies en La Habana

LA HABANA, Cuba.- La felicidad en casa del friki dura poco. Así lo han demostrado las incontables vicisitudes que ha atravesado el panorama metalero cubano, y fue esa la primera idea que cruzó por la mente de los rockers cuando vieron el cielo encapotado y la amenaza de lluvia. Muchos pensaron que el concierto de la banda estadounidense Suicidal Tendencies, programado para el viernes 11 de mayo en el Salón Rosado Benny Moré de La Tropical, se suspendería.

Pero a las seis de la tarde la lluvia se retiró y el emblemático espacio de la música popular bailable —devenido ocasional plaza metalera— abrió sus puertas a cientos de frikis que llegaron para disfrutar de la primera presentación de la banda de hardcore y thrash metal en La Habana, comandada por el mítico baterista cubanoamericano Dave Lombardo (exSlayer) y el explosivo Mike Muir, vocalista y miembro fundador del ensemble.

Pasadas las diez de la noche rompió a tocar Zeus, el súpeclásico insular con su carismático front man Dionisio Arce, quien desgranó junto al respetable los temas favoritos del repertorio de la agrupación. “Confiesa”, “Dólar”, “Violento metrobús” y otras canciones antológicas demostraron una vez más que Zeus es una banda a la altura de sus homólogas internacionales. La reacción del público fue instantánea, haciendo mosh, cabeceando con los riff arrolladores y coreando cada estrofa que ha trascendido por generaciones.

Casi una hora de espectáculo ofreció el cuarteto insignia del thrash metal cubano antes que el locutor Juanito Camacho presentara el plato fuerte de la noche. Suicidal Tendencies salió al escenario en una oleada de pura energía con el clásico You can´t bring me down, que encendió a la multitud. Casi cuarenta años de trayectoria artística y un vasto catálogo de temas que van del hardcore punk al heavy y el thrash, tuvieron la mejor acogida entre el auditorio capitalino.

Canciones que en otros tiempos fueron polémicas y aclamadas en los cuatro puntos cardinales, como Institutionalized, I shot Reagan o Join the Army, colmaron los anhelos de un público sediento de música vibrante y extrema. Hubo varios highlights en la noche; pero muy especialmente el momento en que los asistentes comenzaron a gritar “Lombardo, Lombardo!” y el virtuoso baterista se dirigió a los cubanos, en castellano, para elogiar el compromiso de los metaleros de la Isla, agradecer la tremenda acogida que tuvo la banda —tanto en Holguín como en La Habana—, y asegurar que le pega tan fuerte a los drums porque su origen es cubano.

Para el público fue un instante supremo, especialmente porque la leyenda de Dave Lombardo como baterista está indisolublemente ligada a Slayer, agrupación que junto a Metallica, Megadeth y Anthrax conformó los cuatro jinetes del thrash en la década de 1980. Verlo tocar compensó, en cierta medida, el deseo largamente postergado de recibir en Cuba a bandas que marcaron hitos, y con cuyas canciones crecieron tantas generaciones de frikis.

Verdad es que al concierto no acudió tanto público como hubiera sucedido hace diez o quince años. Tras el éxodo de importantes grupos cubanos de hardcore y metal, ocurrido en 2013, la escena ha decaído y buena parte del público se ha rendido. El cierre del Maxim Rock hace tres años y la intermitencia de los festivales rockeros han dinamitado una importante parcela de la cultura cubana alternativa.

Pero en el concierto de Suicidal Tendencies se dieron cita muchos fanáticos felices de ver al menos esta promesa cumplida. Tantos grupos y cantantes han hablado de tocar en Cuba —Red Hot Chili Peppers, Scorpions, Bon Jovi…— sin concretar el hecho, que la esperanza continúa siendo un lujo entre el público aficionado al rock y el metal.

Poco a poco, no obstante, se han ido realizando algunos sueños. Audioslave, Simply Red, Sepultura, The Rolling Stones y ahora Suicidal Tendencies, han constatado que en esta Isla existe un público fiel y perseverante, que disfruta cada concierto y solo desea que estos preciados encuentros motiven a otras bandas a venir.

En una época no muy lejana, Dave Lombardo y Mike Muir eran ídolos que aparecían en las revistas Metal Hammer o Kerrrang! Tenerlos a pocos metros era algo impensable, pero sucedió. Ahora los frikis cubanos, con la esperanza renovada, aguardan la próxima sorpresa. La mayoría quisiera que fuera Metallica, Iron Maiden o Megadeth; pero lo cierto es que venga quien venga, encontrará la casa llena de un público que los recibe con el entusiasmo y la expectación propios de la primera vez.