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En su propia trampa

Carteles como este son comunes en los períodos de votaciones en Cuba (Foto: EFE)

LA HABANA, Cuba.- Un nuevo pulso oposición-represión tuvo lugar a lo largo del pasado sábado 27 de agosto. Mientras los líderes y activistas del proyecto Candidatos por el Cambio (CxC) se disponían a desarrollar un programa de reuniones para fortalecer su estructura de redes de conexión ciudadana destinadas a poner en la mayor tensión posible el protagonismo cívico de los cubanos de a pie, las fuerzas combinadas de la policía política y la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) respondieron con un intenso operativo caracterizado por los consabidas amenazas, detenciones arbitrarias y presiones.

Los hechos

Días antes de los encuentros planificados por CxC un oficial de nombre desechable (Diego), en “conversación” con Julio Aleaga y Juan Moreno, los líderes del proyecto, realizó amenazas veladas contra los encuentros planificados. Desde muy temprano en la mañana el sábado 27 la activista Marlene Ricardo fue detenida en su domicilio y trasladada a la 11na Unidad de la PNR donde el teniente coronel conocido como Camilo, tristemente célebre por sus bajezas y abusos, fundamentalmente con las mujeres, calumnió y amenazó a la señora Ricardo por sus actividades opositoras y trató de chantajearla con aspectos sensibles de su vida personal y familiar, tratando de presionarla para inducirla a colaborar con la policía política.

Poco antes de las 8:00 a.m. el director de recursos humanos de CxC Juan Moreno fue detenido en su domicilio de la barriada habanera de El Vedado, donde debían realizarse las reuniones planificadas. Moreno fue trasladado a la Unidad de la PNR de las calles Zapata y C en El Vedado, donde también fue sometido a presiones y amenazas. Acto seguido el oficial auto titulado como Diego visitó al señor Julio Aleaga en su domicilio, a quien amenazó con otras detenciones, y además volvió a dar muestra de la consabida deshonestidad de las fuerzas represivas al brindar la información falsa sobre la supuesta presencia del señor Moreno en la Unidad de la calle Aguilera en el municipio 10 de Octubre.

Durante la mañana de ese día la casa del señor Moreno fue sitiada por efectivos policiales y autos patrulleros, quienes impidieron el paso de todos los activistas que se acercaron al planificado lugar de reunión. En el transcurso de la tarde fueron finalmente liberados los señores Moreno y Marlene Ricardo.

La reproducción automática de los diseños represivos tradicionales desacreditan de plano los argumentos y razones que sustentan la intolerancia oficial. CxC, durante su trayectoria política y cívica ha demostrado de manera inequívoca que su actividad no genera confrontación ni inestabilidad.

Señales y trascendencias

CxC fundamenta sus diseños y acciones en la observancia estricta de los fundamentos legales vigentes. Tanto la propuesta de tres decenas de aspirantes, como la postulación de los dos candidatos que finalmente obtuvieron alrededor del 20 % de los votos en el pasado proceso de votación, el monitoreo extensivo de un numero apreciable de las pasadas asambleas de rendición de cuentas de los delegados de base, la participación de un grupo de activistas en la última sesión de la Asamblea Provincial del Poder Popular de La Habana, la solicitud formal de participación en la sesión ordinaria de la Asamblea Nacional, así como el ejercicio de cuestionamiento directo a los delegados de circunscripción se han verificado en consonancia con las normas establecidas.

Sin embargo, la respuesta de las autoridades contiene el mismo nivel de intolerancia y agresividad que ya conocemos, lo cual reafirma, una vez más y de manera inequívoca,                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                        la ausencia de voluntad de las autoridades de La Habana para convivir con la diferencia y la natural diversidad de la sociedad cubana, aunque esta se manifieste dentro de los marcos legales establecidos por esas malas normativas protectoras del absolutismo castrista.

Ante el accionar de CxC no tiene sentido hablar de macabras conspiraciones y agresiones externas, los activistas y ciudadanos gozan de total legitimidad para actuar con sus criterios y objetivos en los marcos del sistema vigente, incluso si tienen la convicción profunda de que este debe cambiar. Si el poder no puede convivir con la ruptura de la apatía y con la recuperación del protagonismo cívico, entonces la fuerza va quedando como su único argumento.

La realidad descrita y las reacciones oficiales dejan en evidencia a las autoridades de La Habana. Tan seguros estaban de lo perfecto y eficaz que resultaba su sistema de postulación pública a mano alzada, el cual se alimentaba de la coerción política y el miedo inducido, que en más de una ocasión personeros del régimen afirmaron que los opositores podían intentar participar y legitimarse en el sistema vigente. Ahora que desde la sociedad civil se asume el reto con evidentes resultados, la única respuesta vuelve a ser la represión.

El desafío para CxC es enorme, pero en la medida en que logre extender sus redes de articulación cívica, en la medida que logre convertir los crecientes descontento y decepción de los ciudadanos en protagonismo y compromiso ciudadano, los gobernantes cubanos quedaran presos de su propia trampa, obligados a perseguir a ciudadanos poco conocidos y a reprimir a quien actúa dentro de la ley. Cuando el espíritu soberano del individuo renace no puede acallarse ni con terror ni con mentiras.

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