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Se oferta plaza de traductor político

(Foto EFE)

LA HABANA, Cuba. – El pueblo de Cuba va a necesitar un traductor político para poder entender lo que dicen los dirigentes de la “Revolución”. En los últimos días hay contradicciones entre ellos y entuertos que ya se hacen difíciles de arreglar. He seleccionado algunos de los que más repercusión han tenido, porque permiten hacernos una idea de lo complicado que le está resultando a la dictadura mantener su juego.

El ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, explicó vía Twitter que las nuevas medidas tomadas por los Estados Unidos de América, dañarían el desarrollo económico de la isla. Sin embargo, hubo una declaración del “gobierno Revolucionario” del pasado 5 de junio, sobre el mismo tema, que asegura: “Cuba no se dejará amedrentar ni distraer en las tareas esenciales y urgentes del desarrollo de nuestra economía…”

Durante la visita –el pasado 16 de mayo- de la ministra de Relaciones Exteriores de Canadá a Cuba, Chrystia Freeland, no se mencionó como primer objetivo de la reunión lo que la Honorable Señora había dicho: el problema de Venezuela; el pasado 7 de junio, Bruno Rodríguez Parrilla fue a Toronto y se contradicen las declaraciones. La parte cubana habla de la “firme e invariable solidaridad con Venezuela” y la Ministra en su cuenta de Twitter informó: “Cuba tendrá un rol a jugar para resolver la crisis política, económica y humanitaria en Venezuela”; a lo que agregó que había discutido este y otros temas importantes con su colega.

A partir de la primera reunión en La Habana, es que la dictadura comienza a hablar de forma pública sobre el cierre de los servicios consulares de la Embajada de Canadá en Cuba, porque era algo que mantenía en silencio; sin embargo, nunca se ha pronunciado sobre este tema desde que la Embajada de los Estados Unidos de América tomó igual decisión.

Algo que se difundió de manera muy rápida por Internet, con fotos y todo, fue la noticia de la demolición de la Tribuna Antimperialista, conocida de forma popular como “el protestódromo”. Se veían las retroexcavadoras y los martillos neumáticos quitándolo todo, además los propios obreros de la Brigada Blas Roca Calderío, cuando les preguntaban, informaban que la iban a demoler, e incluso que instalarían oficinas allí.

Sin embargo, después de recibir numerosas críticas, sobre todo por lo que había costado y las necesidades de vivienda que tienen muchos cubanos, en particular los capitalinos, el portal Cubadebate informó que la instalación no sería demolida, sino remodelada. Nada allí hace ver que se está llevando a cabo una restauración. Todo parece indicar que dieron marcha atrás a las orientaciones de algún dirigente cuando comenzó a hacerse viral la noticia.

Como ha orientado el “presidente” Miguel Díaz-Canel, la mayoría de los ministros y viceministros tienen abierta una cuenta en Twitter, no es seguro que sean ellos quienes las manejen, pero algunos son más activos que otros. Tal es el caso de la vicetitular de Comercio Interior, Miriam Pérez, quien dijo algo que ha molestado mucho a los cubanos en general: “Quien no crea en Cuba y su Revolución no merece vivir en ella”.

Esta mujer se expresa como si fuera una “nazi-fascista”, pero lo que quiere es desvirtuar la realidad de que hay millones de cubanos que no apoyan la dictadura, ustedes se imaginan: ¡si llega algún día a Presidente!, sería capaz de ejecutar en el paredón a todo aquel que disienta.

Debido a las escaseces de todo tipo en la rama alimenticia, se anunciaron medidas temporales para la distribución “equitativa” de productos para el mes de junio en bodegas y mercados estatales. La ministra de Comercio Interior, Betsy Díaz Velázquez, hizo algunas aclaraciones de la forma en que se llamarán estas distribuciones, que, por contradictorias, han generado numerosas críticas.

No hay dudas con el concepto de venta normada, porque todos conocemos que es la operación que se realiza por la mal llamada “libreta de abastecimientos”. Aparece la venta controlada, nombrada así porque la política del país no es incorporar productos a la canasta básica subsidiada y sí a los mercados de oferta y demanda, ya que se trata de una “situación coyuntural”.

Por último, en la venta regulada-liberada –claros antónimos- se ajustan las cantidades máximas por persona y no se anota en la libreta de abastecimientos.

Este gatuperio no hay quien lo entienda, pero si cada cual hace la sumatoria de los problemas que está teniendo la dictadura para hacerse creíble, se pudiera hasta hacer un “tratado” sobre cómo actúan los comunistas.