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Alerta comercial en Barcelona: «Se está produciendo una caída brutal de las ventas y son irrecuperables»

EM.- Los problemas en Cataluña están retroalimentando una dinámica negativa en el turismo y el comercio. Su impacto es ya evidente, se ve a corto y medio plazo», según señala Luis Llorca, director en España de Global Blue, operador de tax free líder en el mercado. El problema es que los turistas que ahora mismo están en la región no están gastando y los que pensaban venir en las próximas semanas «probablemente no lo hagan».

La mitad de los pequeños comercios cerraron ayer por la huelga, según la Generalitat. En Girona es donde más incidencia está teniendo el paro, con un 80% de los comercios cerrados, según datos de la patronal Pimec.

Según el Consell de Gremises, como consecuencia del cierre de comercios en Barcelona, hay un bajón del consumo. Creen que los comercios echan el cierre, en la mayoría de los casos «más como una reacción previsora para no tener problemas ante posibles episodios de violencia», según Joan Guillen, presidente del Consell.

Espantada de turistas

En Barcelona, ciudad de congresos y una de las más turísticas del país, el impacto se ve ya «materialmente, porque las ventas a turistas en los comercios están cayendo mucho y en mucho tiempo.

Los que están aquí están retrayendo su actividad, no se sienten seguros en la calle», dice Llorca.

Para cuantificar el impacto que estos disturbios pueden tener en el comercio el experto pone como ejemplo lo que ocurrió durante las manifestaciones de los chalecos amarillos en Francia. Estas protestas se sucedieron sábado tras sábado. En el primer sábado de manifestación las ventas cayeron un 10% en París, según los cálculos realizados entonces por Global Blue. El segundo sábado descendieron un 44%; el tercero, un 66% y la última, un 97%, porque «directamente los comercios ni abrieron».

Esto se puede extrapolar a Barcelona, «esto ya está ocurriendo, hay un descenso brutal de las ventas, y estas no son recuperables, porque el turista que está de paso y no te ha comprado estos días no va a volver a la ciudad para hacerlo, se va sin gasta y además no repetirá», señala.

Temor a que el problema se enquiste

El problema es que este problema «deje de ser coyuntural y se convierta en estructural», porque entonces «el turista verá Cataluña, y España, como un destino poco apetecible, lo identificará con lo que ve en los medios». «Los turistas de largo recorrido, rusos, estadounidenses, asiáticos… no tienen una vinculación emocional con España. El señor de Tokio no quiere problemas y directamente evitará venir y se decantará por otros destinos», dice.

Recuerda que cuando ocurre algo de manera puntual (por ejemplo, un atentado), la actividad se recupera en 10 días, pero si el problema se enquista el daño es mucho mayor. «Es importante saber si esto va a ser algo puntual o se va a prolongar, porque en este último caso el daño será mayor», dice.

El problema se agrava porque se pierde un perfil de turista «de calidad, de largo radio, que es el que deja dinero, el que se interesa por la cultura, la gastronomía… Perdemos el perfil de cliente que queremos potenciar, porque el de sol y playa gasta mucho menos», dice Llorca.

La huelga de ayer también puede tener consecuencias en el atractivo de la región como nudo logístico.

Desde la patronal UNO recuerdan que Barcelona es «un importante enclave logístico a nivel nacional e internacional» y si los problemas continúan muchos operadores «tratarán de desviar sus flujos hacia otros puntos, para evitar problemas. Una vez tomas la decisión de cambiar de punto logístico, esos flujos luego son difíciles de recuperar», señalan.