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Interior infiltró decenas de agentes de paisano en el Orgullo Gay para prevenir ataques homófobos y los únicos «delitos de odio» que se produjeron fueron cometidos por militantes LGTBI

Interior infiltró decenas de agentes de paisano en el Orgullo Gay para prevenir ataques homófobos, pero los únicos «delitos de odio» que se produjeron fueron cometidos por militantes LGTBI

Si el hecho en sí no resultara tan trágico y tan demoledor para las libertades individuales de decenas de personas, la situación provocaría más de una carcajada justificada. Y es que según se ha podido saber en las últimas horas, el Ministerio del Interior, dirigido por Fernando Grande-Marlaska, infiltró decenas de policías de paisano en el desfile del Orgullo Gay con el fin de detectar posibles “delitos de odio”. La constatación absoluta de que tan hipotéticas amenazas contra el colectivo social más mimado actualmente por las élites políticas, sociales y económicas eran solamente fruto del victimismo eterno del que se alimenta la extrema-izquierda se produjo rápidamente: varios de estos agentes de paisano tuvieron que emplearse en profundidad para defender, efectivamente, los derechos individuales más elementales de algunos de los ciudadanos, fieramente atacados por los mismos radicales LGBI a los que presuntamente iban a proteger.

Según ha denunciado la Unión Federal de Policía (UFP) para desmontar las falsas informaciones difundidas por el Ministerio del Interior y sus medios afines, los policías, pertenecientes a la Brigada Provincial de Información de Madrid, estaban realizando tareas de prevención mezclados entre los manifestantes, vestidos de civil, cuando observaron que la comitiva de Ciudadanos (Cs) estaba siendo bloqueada, atacada y asediada por fanáticos LGBI de extrema-izquierda, por lo que acudieron rápidamente a tratar de solventar la solución.

Ante la agresividad de los violentos y al verse insultados y golpeados por los objetos lanzados por otros manifestantes, estos agentes pidieron rápidamente refuerzos. El llamamiento fue respondido por otros dos agentes de su misma Brigada, que al parecer tampoco estaban allí en labores de escolta o como antidisturbios, sino para «prevenir ataques homófobos a los congregados”. Según ha explicado la UFP, los policías y los diputados de Ciudadanos sufrieron la presión, los ataques y los insultos de los asistentes «durante dos horas y media”.

Tanto Albert Rivera como Inés Arrimadas han acusado directamente al ministro socialista Grande-Marlaska de ser el responsable último de los ataques LGTBI contra miembros de C’s.