Cada dos días ha muerto una personas en las carreteras catalanas en lo que va de año. El 2018 va así camino de ser notablemente más trágico que 2017. En los 149 accidentes mortales ocurridos entre enero y noviembre han fallecido 175 personas, entre conductores, pasajeros y peatones. En comparación con las cifras del mismo periodo del 2017, los siniestros con víctimas han crecido un 18%. El número de víctimas mortales ha aumentado un 20%. Difícilmente diciembre permitirá corregir esa tendencia, incluso con la ayuda de las campañas crudas y explícitas de la Dirección General de Tráfico y las advertencias del Servei Català del Trànsit contra el exceso de velocidad.
De los 175 muertos de las estadísticas oficiales, la mayoría viajaban a bordo de automóviles, 98, pero destaca sobremanera el número de motoristas fallecidos, 37. Entre las víctimas de los accidente tráfico de este 2018 figuran también 14 viandantes y dos ciclistas.
Uno de los datos que refleja un cambio de tendencia a tener en cuenta por las autoridades del Servei Català del Trànsit es que ha crecido un 43% el número de accidentes en que hay un único vehículo implicado y que han crecido un 63% las salidas de la vía. También aumentan los atropellamientos, que pasan de cuatro a 13. Las distracciones parecen ser el motivo de este tipo de accidentes.
