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Puigdemont: ‘Un golpe de Estado sería prohibir las urnas del referéndum’

El president de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha afirmado este lunes que un referéndum «nunca puede ser calificado de estafa», porque «la estafa sería impedir su celebración», y ha alertado de que con las «urnas nunca se hace un golpe de Estado» puesto que un «golpe de Estado sería prohibirlas».

Puigdemont ha exhibido este lunes el apoyo al referéndum del premio nobel de la paz Ahmed Galai, vicepresidente de la Liga Tunecina de los Derechos Humanos, una de las cuatro organizaciones que forman el Cuarteto Nacional de Diálogo en Túnez.

Durante su intervención en el acto, celebrado en el Palau de la Generalitat, Puigdemont ha defendido que el referéndum que prevé convocar el Govern para el 1 de octubre no puede ser calificado «nunca de estafa» ni de «golpe de Estado». «Con las urnas nunca se puede hacer un golpe de Estado. Un golpe de Estado sería prohibirlas», ha dicho el presidente catalán en clara respuesta al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.

Puigdemont ha puntualizado que un referéndum como el que desea celebrar el 1 de octubre a pesar del veto del Estado es «sinónimo de democracia en todo el mundo» y, en este sentido, ha avisado al Ejecutivo del PP que «cualquier intento de impedir el referéndum por la vía judicial o política está destinado al fracaso, porque la democracia es imparable».

El president insiste en que el referéndum se hará con «plena normalidad» y con «todas las garantías homologables»

El presidente de la Generalitat ha reiterado así que el referéndum se hará el 1 de octubre, con «plena normalidad» y con «todas las garantías homologables» a nivel internacional: «Creemos en la democracia, y los problemas en democracia se resuelven votando para conocer el deseo mayoritario de los catalanes», porque votar es la «mejor de las herramientas», ha esgrimido. Por ello, Puigdemont ha asegurado que «estamos lejos de ser un problema» cuando lo que hacemos es un «ejercicio democrático» y, sobre todo, en un mundo globalizado como el actual, donde la democracia es un «valor a fomentar como garantía de libertad, de derechos humanos y de convivencia».

Antes de su encuentro con el premio nobel Galai, el presidente mantuvo un almuerzo con corresponsales en el Palau de la Generalitat, a quienes ha señalado que si el resultado del referéndum es favorable a la independencia dirigirá «una apelación, una propuesta, una llamada» al Gobierno para sentarse a negociar.

Según Puigdemont, deben acordar ‘sí o sí’ la transición hacia la independencia, y que por ello insistirán en la necesidad de dialogar y negociar, algo que considera una obligación, «incluso moral», por parte del Estado. «Seguro que las cosas cambian a partir del 1-O, me atrevo a decir, sea cual sea el resultado», ha destacado el jefe del Govern, que ha lamentado que no hayan podido organizarlo de acuerdo con el Estado.

Al preguntársele cómo reaccionarán ante una posible impugnación del Tribunal Conastitucional, ha apuntado que seguirán adelante «con todo lo que el Parlament» ampare y apruebe, y ha reivindicado que el referéndum gozará de todas las garantías que han tenido otras votaciones de estas características.

«No somos unos criminales con urnas», ha subrayado Puigdemont, que ha tachado de inadecuado que el Gobierno respondiera con la aplicación del artículo 155 de la Constitución, además de observar que no se resolvería la situación.