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Sánchez, ni talento ni moral

Luis Ventoso.- La principal justificación de Sánchez para presentar su moción de censura, que lo llevó al poder aliándose con separatistas, independentistas, comunistas y nacionalistas, fue su invocación a la podredumbre moral del PP de Mariano Rajoy.

Todo el argumentario de Sánchez se basó en que él y su partido representaban una nueva regeneración ética. Tras la información que hoy publica ABC, que ofrece y aporta pruebas irrefutables de que el hoy presidente plagió partes de su tesis doctoral, la moral del supuesto moralista queda en entredicho. Ya sabíamos que Sánchez, el primer presidente no votado de nuestra democracia, posee escaso talento para la gobernanza, como acreditan sus vaivenes, rectificaciones y pírricos resultados. Pero ahora también podemos constatar que es capaz de practicar el engaño con desenvoltura, con el agravante de que ha criticado enérgicamente en políticos rivales unas prácticas similares a las que él llevó a cabo en su día.

Sánchez fue contratado como profesor por la Universidad Camilo José Cela en 2008, siendo el rector Cortés Elvira, hombre vinculado al PSOE y en su día secretario de Estado con Felipe González. Haciendo política de cantera, el Partido Socialista comenzó a foguear por entonces a algunos jóvenes que apuntaban maneras. Uno de los apadrinados era Sánchez. En 2012 presentó su tesis doctoral, que obtuvo sobresaliente cum laude.

Al surgir el caso Cifuentes, y posteriormente los de Casado y la ministra Montón, en los mentideros políticos y periodísticos de Madrid comenzó a hablarse de la tesis de Sánchez. Constaba que existía, pero no aparecía; nadie lograba verla.

Nuestro compañero Javier Chicote logró acceder a ella, tras obtener la luz verde de la universidad. Trabajando sobre el texto durante semanas -periodismo de investigación de verdad, no del que se limita a recibir un sobre de una fuente que quiere dañar a alguien-, constató que el trabajo incumplía los requisitos básicos que las universidades demandan en ese tipo de piezas académicas. Hay párrafos plagiados de otros autores, plagios de documentos oficiales y autoplagios. También se incorporan algunos textos que ya habían sido publicados por el propio Sánchez en revistas científicas, algo incorrecto, pues las universidades exigen que todo el material de las tesis sea obra nueva. Es decir: tras lo que hoy publica ABC queda de manifiesto que Sánchez cometió engaño a sabiendas en su obra académica. Pero sabedor de lo que en su día había hecho, no tenía empacho en ponerse al frente de las críticas a Cifuentes, llegando a decir que «la mentira no puede presidir la Comunidad de Madrid». Por lo que publicamos hoy, la mentira preside ahora la Moncloa.

El PSOE ha elevado enormemente el listón moral, a veces llegando a machacar la presunción de inocencia. Sánchez tendrá que explicar hoy mismo si va a aplicarse el rigor moral que exige a otros. La frágil presidencia de este presidente accidental se complica enormemente. Unas elecciones serían la salida más airosa. Una retirada, tal vez la más digna, porque es rehén de sus críticas a otros.