Políticos y ciudanos europeos paulatinamente descubren que Cataluña está sometida a los designios de un presidente racista y xenófobo gracias a un régimen que lleva décadas en el poder. Quizá algunos jueces alemanes no hayan tenido oportunidad de conocer, leer y escuchar algunas declaraciones de Quim Torra. Lo cierto es que, quien investiga un poco, encuentra similitudes con ciertas dictaduras europeas.
La filósofa Susan George, famosa activista referente del anticapitalismo neomarxista, no ha dudado en escribir una carta a la mujer del golpista Jordi Cuixart en la que acusa a los encarcelados de pertenecer a la extrema derecha xenófoba.
“He decidido no involucrarme en ningún grado con ninguna organización catalana que se identifique como separatista catalana (…)».
«Hace algunos meses me retiré de una conferencia organizada por Omnium Cultural cuando descubrí que de hecho acogía un evento que solo incluía organizaciones separatistas de varios países, incluyendo algunos movimientos excesivamente oscuros cuyo único vínculo era ser anti-Estatistas y contra los resultados democráticos de las elecciones en la gran mayoría de los países afectados.
No es mi posición: estoy a favor de la reconciliación, por muy difícil que sea (…) Apoyar los derechos humanos no debe venir acompañado de una agenda completamente diferente. (…)».
«He aprendido más acerca del nuevo y radical separatista presidente catalán Joaquim Torra, que es un escritor y político de extrema derecha, abiertamente racista y xenófobo, que en algunos casos ha defendido la violencia física contra gente con otros puntos de vista. (…) No voy a involucrarme en algo que podría fácilmente lamentar”.