Un grupo de jóvenes se desplazaron esta semana hasta la casa del expresidente catalán Carles Puigdemont en Waterloo (Bélgica) y arrancaron la placa que identifica la residencia del líder independentista. Puigdemont, a su vez, denunció los hechos en las redes sociales compartiendo un vídeo de su sistema de seguridad en el que se ve a los autores de los hechos actuando a cara descubierta.
«Un grupo de seis personas con bandera española arrancaron ayer la placa de casa donde decía “Casa de la República” y huyeron. No aceptaré ninguna violencia ni intimidación en mi compromiso político. Lo he denunciado a la policía belga y lo he puesto en conocimiento del presidente del Parlamento Europeo», afirmó el dirigente de Junts en sus cuentas sociales ayer.
Por el momento se desconoce la identidad o los motivos de los responsables de la acción. Tampoco ningún grupo, partido u organización ha reivindicado los hechos, que han provocado indignación entre el independentismo catalán. «Todo el apoyo presidente», tuiteó ayer la portavoz del Govern, Meritxell Budó.
El diputado de Junts y abogado de Puigdemont Jaume Alonso Cuevillas aseguró que ha interpuesto a lo largo de los años al menos un centenar de denuncias por delitos de odio, amenazas e injurias por sucesos de este tipo. «Una única condena», ha agregado tras reclamar a la Justicia belga que responda ante los ataques al líder de Junts.