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Los socios de Sánchez, a mordiscos y patadas en el Ayuntamiento de Pamplona al tratar de imponer la ikurriña

La edil de Geroa Bai, Itziar Gómez, junto a Maider Beloki (EH Bildu) forcejean con la Policía Municipal al intentar colar una ikurriña en el balcón del Ayuntamiento.

La izquierda abertzale ha empañado el inicio de los Sanfermines de 2019 al tratar de colocar una Ikurriña en el balcón del Ayuntamiento de Pamplona. La plaza estaba abarrotada de personas a la espera del chupinazo que diera inicio a las fiestas de San Fermín. Mientras tanto, la Policía evitaba que Bildu y Geroa Bai colocaran una ikurriña en el balcón consistorial, en un momento en el que ha habido una fuerte tensión, gritos y un pequeño tumulto.

Las intenciones de la izquierda abertzale estaban claras desde primera hora de la mañana. De hecho, han acudido a ver el chupinazo con camisetas con la ikurriña. a pesar de que un bando municipal prohibía la entrada en la Plaza del Castillo con banderas o pancartas. Sin embargo, los agentes no han podido evitar que se colaran algunas ikurriñas.

En las imágenes se puede ver cómo los concejales de Bildu forcejean con los agentes de la Policía Municipal de Pamplona en el balcón del consistorio de la capital navarra.

Las escenas de tensión y golpes han sido recogidos por otros ediles a través de las redes sociales, en las que incluso de ha hablado de «mordiscos y patadas».

En las imágenes se puede ver a Maider Beloki (EH Bildu) e Itziar Gómez (Geroa Bai) tratando de evitar que la Policía Municipal de Pamplona les arrebate la ikurriña de sus manos y que pensaban desplegar sobre la fachada del Ayuntamiento de Pamplona.

En la trifulca, que se ha iniciado en uno de los balcones, también ha estado protagonizada por la mano derecha de Asirón, Joxe Abaurrea, así como la concejal Amaia Izko, que espera sentencia por «participación activa» en ETA.

Todos ellos han tratado de reventar y empañar el inicio de las fiestas de San Fermín con sus obsesiones identitarias y su nacionalismo. Mientras los ediles gritaban que «no iban a soltar la ikurriña» en el propio balcón, el exalcalde Asirón ha pedido a los agentes que llamaran «al jefe».

Lejos de apaciguarse los ánimos, el ambiente ha continuado caldeándose. «Suéltame el pelo», le ha pedido una de las ediles implicadas en la trifulca.

Tras estos momentos de forcejeo y tensión, el alcalde de la ciudad, Enrique Maya (Navarra Suma), ha «denunciado» que «como siempre algunos quieren imponer en la fachada del Ayuntamiento símbolos que no son propios de Navarra» y ha explicado que la Policía Municipal ha tratado de salvaguardar la «legalidad» y que los símbolos que estuvieran representados fueran los de Pamplona, Navarra, España y Europa.

Maya ha reprochado a los ediles abertzales que «ellos sabrán lo que hace» y ha manifestado que no va a entrar en «sus provocaciones». Ha criticado además que el exalcalde Joseba Asirón (EH Bildu) se «permite el lujo de increparme». «Ese es su estilo, no me sorprende», ha indicado Maya.

Tras las sucesivas condenas al último alcalde de Bildu por colgar la bandera vasca, PNV-Geroa Bai ha acusado a la Policía Municipal de mantener una «actitud violenta» por hacer cumplir la ley.

Según ha dicho el alcalde, «si quieren montar numeritos y liarla son ellos los que crispan y no nosotros». Ha esperado que las fiestas transcurran con normalidad.

Este año, el bando municipal señalaba a través de una nueva disposición la imposibilidad de acceder al epicentro de la fiesta con cualquier tipo de bandera, algo que no se ha podido cumplir ya que varias personas han acabado finalmente bajo una ikurriña gigante y varias pancartas en favor de los presos etarras.
Por su parte, Joseba Asirón ha indicado que un concejal y una edil han intentado sacar una ikurriña a la fachada del Ayuntamiento en el momento de lanzar el chupinazo y que «la Policía Municipal lo ha impedido» y «se la ha arrancado».

¡Qué el ritmo no pare! La Pamplonesa protagoniza los primeros compases de este San Fermín 2019
Jesús Garisoain, subdirector de la banda municipal, ha sido el encargado de prender la mecha de este 6 de julio con motivo del centenario de la institución.

También la concejala de Geroa Bai, Itziar Gómez, ha comenzado que «colocar la ikurriña es una manera de representar otra sensibilidad» y ha criticado «la orden de impedirlo desde Alcaldía, con formas fuertes». Ha reivindicado un «espacio de expresión que merece parte importante de la ciudad».

Asimismo, los socialistas también han criticado esta acción llevada a cabo por los partidos nacionalistas, aunque después ‘beben los vientos’ por estos radicales para alcanzar la Presidencia del Gobierno de Navarra.

La portavoz del PSN en el Ayuntamiento de Pamplona, Maite Esporrín, ha instado a colaborar para que la «convivencia sea real y efectiva» durante los Sanfermines, para que pamploneses y visitantes puedan disfrutar y pasarlo bien estos días.

Así, la edil ha dicho que espera y desea que «todo transcurra con normalidad», si bien, ha añadido, «a veces los discursos de algunos grupos parece que están animando a las masas a que suceda algo».

«Yo espero que no, que sepamos superar todo eso, que la fiesta es lo importante, que la imagen que demos de ciudad al mundo es muy importante», ha aseverado la socialista.

Esporrín ha apelado además a «superar las dificultades tenidas durante el año, a ser capaces de disfrutar, de dejar la política para más adelante, que hay tiempo durante todo el año para llevarla acabo y nos centremos en disfrutar».

La concejala, quien ha reconocido vivir con «ilusión» el inicio de las fiestas, lucía adornos sanfermineros en la escayola que lleva como consecuencia de un reciente accidente.

De hecho, han sido visibles en balcones de la sede de Eusko Alkartasuna y en medio de la multitud se ha desplegado una pancarta y varias Ikurriñas, tal y como se puede ver en un vídeo publicado en las redes sociales de una asociación vinculada a la izquierda abertzale.

A pesar de los intentos, no lograron paralizar la fiesta de los Sanfermines, que comenzaron de forma puntual con el tradicional chupinazo en la plaza del Ayuntamiento, que estaba abarrotada un año más y teñida de blanco y rojo, colores tradicionales de la fiesta navarra.