La indigencia es uno de los indicadores más evidentes de la decadencia del modelo capitalista.
Los habitantes de las calles, entre calzadas y torres de cristal, viven, enferman y mueren anónimamente. Son los ciudadanos a los que ningún político representa en Estados Unidos.
A pesar de esto, se criminaliza y deshumaniza a quien vive en las calles. Las leyes solo benefician a quienes tienen cuentas de banco. Y es así como el poder adquisitivo tiene más importancia que la mismísima vida.
Estadísticas aseguran que alrededor o más de tres millones y medio de personas se encuentran viviendo en la indigencia en Estados Unidos.
Algunos creen que se trata simplemente de una problemática social. Lo cierto es que son personas abandonadas a su suerte por una sociedad burocrática de consumo dirigido.
Marcelo Sánchez, Miami.
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