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Bertín Osborne: «El fin de fiesta es el momento perfecto para las rancheras»

Actualizado 28/11/2018 14:58:43 CET

MADRID, 28 Nov. (EUROPA PRESS – David Gallardo) –

Bertín Osborne (Madrid, 1954) tenía previsto hacer un disco diferente, pero el presidente del Instituto Mexicano del Mariachi, Chucho Rincón, viajó hasta España y le hizo una oferta que no pudo rechazar, engatusándole con bonitas palabras.

«Chucho y su hijo me citaron en un restaurante y me propusieron hacerlo. Él me dijo que desde que murió Rocío Durcal no ha habido otro extranjero que cante rancheras como un mexicano. ‘Como tú eres el único, queremos ofrecerte hacer un disco‘. Esas fueron sus palabras y, claro, para mi es un orgullo muy bonito», explica a Europa Press.

«Yo las canto a mi manera y es lo que hay. Lo hice así desde el principio y parece ser que ha funcionado porque han venido a buscarme», añade sobre este proyecto, que cuenta con éxitos propios y temas de José Alfredo Jiménez, incluyendo incluso una inédita del icono mexicano precisamente en coautoría con Chucho Rincón, quien además ejerce como productor.

Y aún prosigue Bertín aportando detalles: «Chucho tiene ochenta y tantos años y era músico de José Alfredo. Él me cuenta muchas historias de sus giras y su manera de ser. Era un tipo muy particular, un bohemio de esos bebedores que se ha convertido en un personaje de leyenda».

YO DEBÍ ENAMORARME DE TU MADRE

Con esta historia por delante, el sexto álbum de rancheras y vigésimo de la carrera musical de Bertín Osborne llega este 30 de noviembre con el título de Yo debí enamorarme de tu madre, que es también como se llama una de las canciones de José Alfredo incluidas entre sus cortes.

«Esta canción tiene cincuenta años. Se la escribió José Alfredo a su mujer, porque tenían una diferencia de edad de treinta años. Ella era una chica que quería ser cantante y le dijeron a José Alfredo que si la podía ayudar. Y la ayudó. Se casó con ella y tuvieron tres hijos», lanza entre risas, para luego apostillar: «Él escribió esta canción para ella y es una historia preciosa, yo creo que es de las más bonitas del disco».

En este punto, reconoce Bertín que vio las reacciones y los memes que inundaron Twitter tras el anuncio de la portada y el título del álbum, «algunos muy divertidos y graciosos». Eso sí, afirma que «siempre hay algún imbécil que dice la chorrada de turno», pero a él le da igual porque su público es otro.

«La gente pensaba que era una canción mía… ¡Pero si no es mía, señores! La canción tiene cincuenta años», reitera para luego lamentar que haya «mucha gente aburrida» hoy en día: «Vas a un restaurante a comer y ves a todo el mundo liado con el teléfono. Como dicen los americanos, ‘get a life’. Búscate una vida, macho».

Más allá de esas reacciones, vuelve Bertín a hablar sobre su disco, defendiendo de paso la vigencia de José Alfredo, que «sigue aquí» 45 años después de su muerte: «Escribió El Rey o Échame a mi la culpa, canciones que todo el mundo graba y todo el mundo canta. Desde luego tenía algo. Cuando las canto en los conciertos, todo el público las canta.

RANCHERAS Y BORRACHOS

Rememora, además, que mucha gente decía que José Alfredo «no cantaba bien», algo que puede ser más o menos cierto, pero indudablemente fue salvado con personalidad: «Tenía una voz muy particular. Es como Manuel Alejandro, que tiene también una forma muy particular de cantar, pero le pone un alma a las canciones que escribió él. José Alfredo es un tío que canta raro pero muy atractivo, con una voz bonita. Desafinado y todo lo que tu quieras, pero maravilloso».

Descarta con una carcajada y bromeando que se pueda cantar rancheras sobrio, y aprovecha para apuntar que en el álbum hay otra canción de José Alfredo llamada Llegó borracho el borracho. «Una historia espectacular», destaca, al tiempo que añade: «Eso no lo pudo hacer sin diez o doce tequilas. Y según me contaba Chucho no eran diez o doce, sino bastante más».

Tras contar esta anécdota, afirma Bertín «el cien por cien de las fiestas particulares antes eran con flamencos», pero «desde hace como diez años ya van con mariachis». «Entras en una casa en una cena divertida y de repente entran los mariachis tocando y ese es el momento perfecto para las rancheras: El fin de fiesta», sentencia risueño.

Agrega en esta línea que en España hubo una época, en la generación de sus padres, que solo se escuchaban rancheras: «Las rancheras han tenido un auge en nuestro país desde que el mundo es mundo. Yo salgo al escenario al principio con los músicos, pero cuando salen los mariachis la gente se pone en pie. El cambio de chip en el público de cualquier edad en cuanto salen los nueve mariachis es espectacular. Hay que verlo».

GIRA DE PRESENTACIÓN

Con el álbum ya listo para llegar a las tiendas, el siguiente paso es pensar en la gira de presentación por España y América, seguramente a partir de enero o febrero del próximo año. Volviendo así a cantar rancheras sobre los escenarios, porque tal y como señala entre risas, él va «siempre con los mariachis detrás» y si pudiera «llevar el camión con los caballos, también».

Para terminar, anticipa que le encantaría que el disco se vendiera bien, llenar los conciertos y que la gente tenga «interés» por verle. Además, asegura que «la amplitud de edad» de su público es «cada vez más amplia» gracias a la televisión, que te da «mucha imagen». «Te ven mucho más cercano. Me sorprende la cantidad de tíos y chavales de veinte años que me paran por la calle. Me hago fotos con todos los chavales jóvenes y está bien, es simpático», concluye.