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¿Qué fue la guerra de las Naranjas?

Guerra de las Naranjas


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Todo comenzó cuando en 1801, cuando Napoleón intentó que Portugal rompiera su alianza con Inglaterra, ruptura que el país luso negó, y nunca consintió que Napoleón les controlase.

Pero como entre Francia y Portugal, está España –a cargo del gobierno de Manuel Godoy en ese momento–, y Napoleón obligó a que España declarase la guerra al país vecino Portugal, ante su negativa a abandonar su apoyo a los ingleses.

Manuel Godoy era secretario de Estado desde 1792 y quien había firmado varios tratados con Francia por los que establecía una alianza mutua contra Gran Bretaña y, aunque había tenido que abandonar temporalmente su ministerio, en 1801 volvió a retomar las riendas del ejecutivo tras la caída de Urquijo y Mazarredo.

La solicitud de Bonaparte le venía como anillo al dedo para recobrar su prestigio, así que organizó un cuerpo expedicionario a cuyo frente se puso él mismo.

Y así fue como España se vio envuelta en medio de una guerra, la llamada Guerra de las Naranjas.

El nombre de esta guerra se debe a una sátira. Cuando Godoy se hace con la plaza portuguesa de Elvas, los soldados recogieron una cuantas ramas de naranjas que Godoy hizo llegar a su amante, María Luisa de Parma, esposa del rey de España, Carlos IV.

La oposición a Godoy utilizó este hecho para hacer bromas y chistes, sobre las relaciones extramatrimoniales entre la reina María Luisa de Parma y el primer ministro.

Así, una anécdota utilizada por parte de la oposición sirvió para bautizar un conflicto bélico.

Un conflicto bélico corto pero al fin y al cabo una guerra, con un nombre muy bucólico, la Guerra de las Naranjas.

La paz se firmó en Badajoz, el 6 de junio, en ella, se devuelven todas las conquistas –casi una veintena de plazas–, salvo alguna posición fronteriza que España quería conservar.

Fue una guerra corta, en la que Napoleón no consiguió conquistar Portugal, pero si consiguió que, al menos, el país luso cerrase sus puertos a Inglaterra.