Inicio Internacional Selección Nacional lleva la paciencia al límite: el cambio es urgente

Selección Nacional lleva la paciencia al límite: el cambio es urgente

Jefry Valverde jugó como lateral por derecha de la Selección Nacional, pero sufrió con las subidas de los carrileros panameños como Aníbal Godoy.

La Selección Nacional hizo que a la afición se le acabara la paciencia, ya fue demasiado… Ya no valen las excusas o justificaciones. Los diferentes discursos: que entrenan muy poco tiempo juntos, que es el inicio de un proceso, que quieren jugar diferente, que se clasificó al Mundial cuando nadie lo esperaba… Todo eso se acabó.

La Selección Nacional está en un hueco y se necesita un cambio radical para comenzar a ver la luz.

Costa Rica contra sus rivales, sin importar de dónde son o si en el papel son superiores o inferiores, siempre da su misma versión. El equipo de Luis Fernando Suárez no tiene idea de juego, tampoco sabe lo que es atacar y lo único que sabía hacer bien, que era defender, ahora tampoco lo hace.

La Tricolor venía de dos amistosos tristes y pesimistas, ante Guatemala y Ecuador, sin embargo contra Panamá, en el debut de la Copa Oro, Luis Fernando apostó por el sistema que da seguridad y que ha dado réditos: la línea de cinco atrás… Pero ya ni eso sirvió.

La marca de Juan Pablo Vargas, Francisco Calvo, Suhander Zúñiga y Jefry Valverde fue para el olvido. Fiel reflejo de esto fueron las dos anotaciones que recibió Costa Rica pues en ambas ocasiones, tanto José Fajardo como Édgar Bárcenas, definieron solos de cabeza frente a Kevin Chamorro.

Panamá castigó a la Sele como más le duele al conjunto patrio, como lo hicieron los guatemaltecos y los ecuatorianos; las transiciones rápidas matan a la zaga costarricense, le causan un dolor de cabeza sin cura.

De Costa Rica hay muy poco que decir, porque ni tuvo la pelota, tampoco destacó con ganas y orgullo deportivo. El único jugador que se salva de los que actuaron es Kevin Chamorro, el portero del Saprissa que fue determinante para evitar un marcador sonrojante.

Chamorro tuvo cuatro paradas claves y mantuvo la esperanza de que el conjunto patrio tuviera chances de empatar aunque el desempeño en el terreno de juego no diera esa impresión.

Sobre el cierre apareció un destello de Aarón Suárez, volante manudo que entró desde el banquillo y le dio algo de intensidad para combinarse con Joel Campbell y definir bien la única acción que tuvo Costa Rica en ataque, esta fue la única acción en la que la Sele mostró una jugada de fútbol asociativo.

El volante se ganó ser titular el viernes contra El Salvador, porque sí buscó tener la pelota y darle algo de ofensiva a un equipo que no tenía alma ni deseo de atacar, y en realidad ni de defender porque a la Selección no se le vio absolutamente nada en ninguna de las fases de juego.

El ‘olé, olé, olé’ apareció en las gradas del estadio de Miami, Celso Borges se encaró con un aficionado al que mandó a callar cuando iba para el banquillo porque salió de cambio, Kevin Chamorro golpeó un poste con su mano… Costa Rica nunca encontró consuelo ni respuestas.

Ya no se vale decir que es hora de un cambio generacional, tampoco es justo echarle la culpa al tiempo de trabajo porque don Luis Fernando Suárez ya tiene dos años en el puesto; menos decir que se vive del crédito de lograr ir a la Copa del Mundo de Qatar 2022…

Luis Fernando Suárez ya no tiene derecho a que su equipo se vea mal y menos que no gane el próximo juego, el viernes a las 6:30 p. m. contra El Salvador. Por más justificaciones o excusas, Costa Rica no aguanta una frustración más, ya no hay paciencia. El cambio más que necesario es urgente.