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Este ancestral muro en Perú fue construido hace 1.000 años para proteger contra inundaciones de El Niño

Según una nueva investigación, un antiguo muro en el desierto del norte peruano se construyó para proteger valiosas tierras de cultivo y canales de los estragos de las inundaciones del fenómeno climático de El Niño.

Muchos arqueólogos habían sugerido que la estructura, conocida como Muralla La Cumbre y ubicada cerca de Trujillo, fue construida por el pueblo chimú para proteger sus tierras de las invasiones de los incas, con quienes tenían una enemistad de larga data. Pero la investigación más reciente afirma la teoría de que el muro de tierra, que se extiende 10 kilómetros a través del desierto, fue construido para contener inundaciones devastadoras durante las fases más húmedas del ciclo climático del norte de Perú.

Estas fases ahora se conocen como El Niño, una referencia al niño Jesús, porque traen fuertes lluvias a la región alrededor de la Navidad cada pocos años. Y aunque este fenómeno trae sequía a otras partes del mundo, trae fuertes lluvias a Ecuador y al norte de Perú.

«Se cree que las inundaciones de El Niño ocurrieron allí durante miles de años, y habrían sido un grave peligro para los chimú», explicó Gabriel Prieto, arqueólogo de la Universidad de Florida. «La precipitación anual allí en un año regular es muy baja, casi no llueve. Entonces, cuando la lluvia fue muy alta, eso causó muchos daños».

El reino Chimor del pueblo Chimú surgió alrededor del año 900 d.C. en los territorios que antes ocupaba el pueblo Moche; como resultado, el período Moche a veces se denomina «Chimú temprano».

Protegiendo los cultivos

Según la Enciclopedia de la Prehistoria (Springer, 2002) los chimú adoraban a la luna —en lugar del sol en el centro del culto inca— y se mantuvieron independientes hasta que fueron conquistados por los incas alrededor de 1470, pocas décadas antes de la llegada de los españoles a América del Sur.

Hoy en día, los Chimú son conocidos principalmente por su cerámica y metalistería distintivas, así como por las ruinas de su capital, Chan Chan, que están catalogadas por las Naciones Unidas como Patrimonio de la Humanidad.

Prieto ha examinado el muro de La Cumbre de 2,5 metros de altura y encontró capas de sedimentos de inundación solo en su lado este, lo que sugiere que fue construido para proteger las tierras de cultivo Chimú al oeste, junto a la costa.

«Las fechas de radiocarbono de las capas más bajas revelan que el muro se inició alrededor de 1100, posiblemente después de una gran inundación de El Niño en ese momento», precisó.

El muro está construido sobre dos lechos de ríos secos que se inundan durante El Niño. Evitar las inundaciones en las tierras de cultivo también habría protegido a Chan Chan, que estaba conectada a ellas por una red de canales.

«Supongo, hasta cierto punto, que el muro funcionó como una especie de represa», señaló Prieto.

La investigación aún no se ha publicado como un estudio revisado por pares.

Sacrificios humanos

Prieto encontró previamente evidencia de sacrificios masivos de niños en los sitios de Chimú, incluidos los restos de 76 víctimas en Pampa La Cruz, cerca de Huanchaco, a unas pocas millas al noroeste de Trujillo. Él piensa que las inundaciones de El Niño que requirieron el muro del desierto también pueden haber estado relacionadas con los sacrificios.

El arqueólogo ha utilizado la datación por radiocarbono para determinar que una de las capas de sedimentos a lo largo del muro es de alrededor de 1450, fecha que corresponde al sacrificio de más de 140 niños y 200 llamas en otro sitio de Chimú. Piensa que es probable que los Chimú supieran los peligros de las inundaciones de El Niño, que ocurrían cada pocos años, y que los gobernantes de su sociedad aprovecharon el desastre recurrente para solidificar su autoridad con sacrificios.

«Los chimú eran descendientes de personas que habían vivido en esta región durante 10.000 años; sabían exactamente lo que estaba pasando», dijo Edward Swenson, un arqueólogo de la Universidad de Toronto que no está involucrado en la investigación. «Creo que era una especie de juego político».

«La idea al principio me pareció incongruente, porque nunca antes había oído hablar de muros contra el agua. Pero la investigación de Prieto me ha hecho cambiar de opinión, aunque todavía cree que el muro también pudo haber servido como defensa», concluyó.

Fuente: Programa Arqueológico Huanchaco/Live Sci. Edición: MP.