La guerra comercial tocó a la puerta de Sun Y. Park el día que llegó una carta de Samsonite a su tienda de equipaje y bienes de cuero en Manhattan.
En la misiva, fechada el 13 de agosto, la presidenta de Samsonite North America, Lynne Berard, notificaba a los compradores mayoristas que era inminente un aumento de precios del 10 por ciento si Estados Unidos imponía más aranceles sobre los bienes chinos, medida con la que amenazó durante meses y que ahora entrará en vigencia el 24 de septiembre.
Los gravámenes afectarán más de 3 mil millones de dólares en equipaje y bolsos de viaje que se importan a Estados Unidos de China.
El presidente de EU, Donald Trump, ‘apretó el gatillo’ el lunes por la noche e impuso un arancel del 10 por ciento sobre unos 200 mil millones de dólares en bienes chinos, el cual se aumentará a más del doble, al 25 por ciento, el año próximo.
Los nuevos gravámenes harán que la industria minorista se prepare para el impacto. Aunque los compradores no fueron alcanzados por aranceles anteriores que afectaron los precios del acero, el aluminio y otros bienes, la nueva ronda incluirá más productos que los estadounidenses adquieren en forma directa.
“Sencillamente no nos parece que los aranceles sean el enfoque correcto”, comentó Jon Gold, vicepresidente de red de suministro y política aduanera de la National Retail Federation.
“Sin duda, de ahora en adelante preocupará el impacto de los aranceles: esos aranceles los pagan empresas estadounidenses y después se transfieren al consumidor”.
Alcance mayor
El alcance más amplio de los nuevos aranceles hace que varios tipos de mercaderías, desde carteras e impermeables hasta refrigeradores, probablemente comiencen a costarles más caro a los compradores estadounidenses.
También se aplicarán gravámenes sobre maletines, bolsos de viaje y bolsos deportivos. Marcas de Samsonite como sus mochilas High Sierra y su equipaje American Tourister serán alcanzadas por el aumento de precios, afirmó la empresa.
Samsonite está lista para reaccionar, con un aumento de 10 por ciento sobre las nuevas entregas iniciadas a partir de la fecha de entrada en vigencia de los aranceles, según la carta.
Los pedidos de inventarios guardados en depósitos comenzarán a aumentar 30 días después de esa fecha. La empresa no quiso hacer comentarios sobre la carta y sus planes de fijación de precios.
‘Una locura, ¿cierto?’
La incertidumbre en torno a los aranceles les complicó los negocios a empresas de bienes de consumo como Samsonite.
En entrevista con Bloomberg en agosto, su máximo ejecutivo, Kyle Francis Gendreau, dijo que la empresa anduvo trasladando la producción y diversificándose más allá de China como parte de una estrategia de largo plazo que no guarda relación con los aranceles. Samsonite afirmó que fabrica dos tercios de sus productos en China.
Gendreau reconoció que el proceso de anticipar posibles aranceles les trajo dolores de cabeza a la empresa y a sus proveedores, porque resultó imposible determinar cuándo —o si— se aplicarían los nuevos gravámenes.
“Es todo una locura, ¿cierto?”, dijo en una entrevista el mes pasado. “Saben, un día hay y al otro día, no”.
