La cuarta, y actual, generación del Mazda 3 ha supuesto un gran paso para la imagen de la firma japonesa. Con él han podido acercarse un poco más al aura premium de marcas como las intocables Volkswagen o Audi. Sin embargo, este nuevo posicionamiento en el mercado le hace ser más vulnerable que sus rivales. Las razones para ello son muchas, aunque la más evidente tiene que ver con la percepción que de la marca tiene el público.
Su presentación oficial tuvo lugar en el Salón del Automóvil de Los Ángeles en noviembre de 2018. Está a días de cumplir su segundo año de vida, pero para evitar que los clientes se fijen en sus enemigos sus responsables ya le han regalado el primer restyling. Como queda patente por las imágenes oficiales que ha difundido la marca, es tan sutil que cuesta darse cuenta de qué cambios han introducido. Sin embargo, nosotros os decimos que sí, los hay.
El Mazda 3 MY2021 no mira en su diseño para evolucionar
El estilo del Mazda 3 está basado en el lenguaje de diseño “Kodo – Alma del movimiento”. La forma en que el equipo creativo de la casa de Hiroshima ha ejecutado sus líneas puede considerarse como de obra de arte. Esto le ha permitido acercarse a un público que sabe apreciar la belleza y que quiere disfrutar de un modelo diferente al resto de lo que hay en el segmento compacto. Con todo, la modernidad de sus trazos no se discute.
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Es por esta razón que la evolución de 3 MY2021 se limita a ciertos detalles o matices. Si nos fijamos bien, podemos ver que llegan logos inéditos al paso de rueda anterior. Con ellos hacen referencia a los verdaderos cambios que han llegado con este restyling: sus motorizaciones. Las llantas de aleación también son de nuevo diseño con unas líneas más deportivas y atractivas. Como adorno, cuentan con molduras específicas para la zona central.
La gran evolución está bajo su piel… sus motores
Dejando a un lado su imagen, la verdadera evolución del Mazda 3 MY2021 está bajo la piel. En Japón, que es uno de los mercados donde mayor éxito tiene, gustan de mecánicas potentes. Y esto mismo es lo que les va a ofrecer la marca pues el departamento de ingeniería ha mejorado el rendimiento de algunas mecánicas. Para ser más exactos, han puesto a punto la versión mild hybrid e-SKYACTIV X y la diésel SKYACTIV-D de 1.8 litros.
En el primer caso, la unidad gasolina 2.0 e-SKYACTIV X optimiza el control de combustión «SPCCI». Gracias a ello la potencia y par mejoran en casi todo el rango de revoluciones. Además, el rendimiento final se ha incrementado, pasando a ofrecer 190 CV y 240 Nm de par máximo. Por su parte, el diésel SKYACTIV-D cuenta con una gestión electrónica más fina que le permite mejorar y ofrecer 95 kW (130 CV) de potencia.
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Como novedad, llega una nueva trasmisión manual de 6 velocidades 6MT. Esta opción estará asociada a la versión SKYACTIV-G 2.0 de la carrocería hatchback. Respecto a su técnica, el chasis recibe un nuevo esquema de suspensiones con resortes helicoidales y amortiguadores de nuevo reglaje. De la posible evolución del resto de apartados aún no hay datos, aunque cuando aterrice en el mercado europeo habrá más detalles.
Por último, debemos mencionar sus nuevas habilidades en materia de seguridad. El sistema Mazda Radar Cruise Control (MRCC) de control de aceleración/desaceleración se adapta mejor a las características de la vía y del conductor. Además, la velocidad máxima del sistema CTS, que ayuda a reducir la fatiga en atascos, se ha elevado hasta los 55 kilómetros por hora. Además, mejora la función de seguimiento y asistencia de dirección.
Fuente – Mazda
