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Microcirugía versus Endoscopia

Como dice mi colega y amigo Michael Mayer, no hay oscuridad en cirugía, solo ausencia de luz.

Cirugía mínimamente invasiva ha sido la frase dominante en la cirugía del cerebro y de la columna vertebral en las últimas décadas. Aunque ha habido mucha controversia acerca del término, en realidad significa aquellas técnicas que son menos invasivas si se comparan con cirugías convencionales. La cirugía de la columna vertebral y del cerebro es probablemente la que ha sufrido cambios más revolucionarios en los últimos años debido fundamentalmente a la resonancia magnética, el microscopio y la endoscopia.

Microcirugía significa realizar la cirugía a través de un microscopio que aumenta el campo quirúrgico, es decir, lo que estamos viendo 5, 10, 15 hasta 25 veces más grande, con una luz muy potente. Microcirugía no significa trabajar con instrumentos pequeños. También una de las mayores ventajas es la posibilidad de realizar las operaciones a través de pequeñas incisiones en la piel. Para ello se necesita un planteamiento preoperatorio muy meticuloso, una correcta colocación del paciente y una apropiada localización del área quirúrgica para el abordaje correcto desde la piel. Todos estos factores contribuyen a la filosofía microquirúrgica que significa fundamentalmente realizar las operaciones más eficientes con el mínimo trauma quirúrgico.

El microscopio quirúrgico fue introducido en 1950 y fue utilizado en cirugía de la mano, del oído, de la nariz, de la garganta (otorrinolaringología) y sobre todo en Neurocirugía. Los pioneros fueron Caspar, Yasargil y Williams. Caspar fue invitado por nosotros en 1986 al primer Congreso Internacional que organizamos sobre Cirugía de la Columna Vertebral y Yasargil fue invitado por mi maestro, el Profesor Obrador, a operar en La Paz en la década de los 70, cuando empezaba mi residencia en Neurocirugía y operó un aneurisma cerebral y un tumor cerebral con microcirugía.

El microscopio quirúrgico yo diría que es el elemento imprescindible para realizar cirugía del cerebro y de la columna vertebral. Se puede trabajar con diversas lentes de 200, 300, 350 o 400 milímetros. Se necesitan dos tubos binoculares, uno de ellos para el ayudante y una cámara para grabar, también imprescindibles y se puede ajustar la distancia interpupilar. La iluminación es fundamental con luces de halógeno, xenón, etc. El zoom para aumentar o disminuir los aumentos puede realizarse con un pedal para el pie o bien con un dispositivo manual.