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Os propongo un plan

He hablado un buen rato con mi prima que vive en Estados Unidos, me cuenta que cuando regresa a su casa, después de haber madrugado y trabajado hasta por la tarde, está tan cansada que es incapaz de ir a andar y mucho menos de ir a un gimnasio. Es feliz con su trabajo, pero se queja de estar a menudo agotada y de haber subido de peso, no está contenta con ella misma pero dice que el cuerpo no le da para más.

En Semana Santa, me encontré con Lola, hemos sido compañeras de trabajo durante unos años y el tema de los kilos y el cansancio siempre han sido parte de nuestras conversaciones. Este último encuentro no ha sido como los otros, llegué, la busqué entre las mesas del desayuno del Palace y no fui capaz de localizarla a primera vista. Había una chica que se le parecía, pero aparentemente no era ella, no estaba segura que fuera Lola, le pregunté a una de sus compañeras y me dijo, si es ella, es Lola, al nueva Lola. Fue a llamarla, vino a saludarme y ¡era la mitad de Lola!. No sólo me impresionó lo delgada que se ha quedado, sino su cara, su sonrisa, la alegría que le salía por los cuatro costados. En diciembre cuando fui a Madrid no la vi, la ultima vez había sido el verano pasado, ha adelgazado 20 kilos. Es otra persona, está felíz, se ve mucho más joven, más vital, su piel se veía como si acabara de salir de una tratamiento, ya no le duele nada y tiene energía para regalar. Me contó que un día dijo basta, fue a una nutricionista, le reorganizó su alimentación y aquí está el resultado.

Sé que hablar de kilos es algo recurrente y aburrido, recomendar hacer ejercicio es pesado, pero la realidad es una, solo una, quién no sea capaz de cambiar de alimentación y de estilo de vida, dentro de sus posibilidades, no puede ser del todo feliz.

No voy a contar mis interminables historias de kilos más y kilos menos ó de mis achaques en aquella época, pero no puedo dejar de compartir esto que vivo cada día desde que tomé la decisión de tomar cartas en el asunto y es, la sensación de bienestar, de felicidad y de fuerza. Cuando es uno capaz de quitarse tantos alimentos dañinos y cuando mueve uno el cuerpo todos los días de la vida se me hacen cortos para todo lo que quisiera hacer.

El plan que quiero proponer es sencillo, no se trata de ponerse a entrenar para llegar a correr en el próximo maratón, se trata de incorporar actividades, que lejos de cansarnos, nos llenaran de energía, de una energía que se traduce en felicidad, en bienestar, en verlo todo mas claro, en verlo todo más fácil.

Como lo comento en el video: “tenemos dos opciones, estar dos horas sentados en el sofá de casa ó en la butaca de un cine viendo una película o caminar dos horas” y ¿por qué no hacer las dos cosas?