Un homenaje memorable para López Arribas

Este martes va a producirse un hecho muy esperanzador para todos aquellos que piensan que el bien termina siempre imponiéndose sobre el mal y que la ética puede guiar el designio de las instituciones frente al imperio de la corrupción. Miguel Ángel Sánchez Chillón, el honesto facultativo que preside desde hace casi cuatro años el Colegio de Médicos de Madrid, va a descubrir en la sede de la corporación un cuadro de su antecesora en el cargo, la psiquiatra militar Sonia López Arribas. El acto honra a la actual junta del colegio y sirve de admirable homenaje de los médicos a una presidenta valiente, que luchó porque la corporación profesional más importante de España no sucumbiera a manos de empresas ávidas de enriquecerse a costa de los facultativos o de otros intereses espurios. Por hacerlo, sufrió todo tipo de ataques dirigidos a intentar denostarla personal y profesionalmente. Los perjudicados por su política en favor de la ética en el colegio orquestaron campañas en pseudomedios de comunicación que se prestaron al contubernio a cambio de un estipendio, para escarnio del periodismo. También recibió demandas bajo las acusaciones más peregrinas, y múltiples amenazas. Baste decir que las ganó todas ante la Justicia, sumiendo en el más absoluto de los ridículos a los que las interpusieron y a los pseudomedios que actuaron como altavoces. López Arribas es, desde luego, merecedora de un gran homenaje.