Con más de trescientos tripulantes a bordo, esta nave de 82,4 metros de eslora y 10,6 de manga disparó a su entrada al puerto 21 salvas de artillería, que fueron respondidas por una batería del Ejército Oriental cubano antes de celebrarse la ceremonia oficial de recepción, eventos que fueron recogidos por los medios de la isla.
Recibieron a los oficiales, cadetes, sargentos, marineros y el resto de la tripulación del Simón Bolívar la Ministra Consejera de la Embajada de la República Bolivariana de Venezuela, Vivian Alvarado, y el jefe del Estado Mayor de la Región Militar de Santiago de Cuba, el coronel Ricardo Rodríguez, en una nueva muestra de los fuertes lazos entre ambos países con gobiernos socialistas.
Tras un encuentro con autoridades locales, los tripulantes del buque escuela participaron en homenajes al fallecido líder cubano Fidel Castro, así como a otras figuras históricas del país insular como el héroe nacional José Martí y los patriotas independentistas Carlos Manuel de Céspedes y Mariana Grajales.
Santiago es la última parada del trigésimo viaje de instrucción del navío venezolano iniciado el pasado marzo en Río de Janeiro, primera parada de un periplo por los océanos Pacífico y Atlántico a lo largo de una decena de países latinoamericanos.
Se trata de la cuarta vez que el Simón Bolívar atraca en Santiago de Cuba, algo que los medios locales destacaron como motivo de «orgullo» por ser esta región la «cuna de la Revolución» triunfante en 1959 que llevó a Fidel Castro al poder y propició el establecimiento del actual sistema de inspiración soviética.
Desde el próximo jueves hasta el sábado, día en que partirá de vuelta a Venezuela, los ciudadanos podrán visitar este buque escuela fabricado en 1978 en la ciudad española de Bilbao y que exhibe 23 velas en tres mástiles que suman una superficie total de 1.850 metros cuadrados.
El anterior viaje a Cuba del Simón Bolívar fue en 2017, cuando fondeó en el puerto de La Habana en el vigésimo noveno recorrido anual de instrucción.
EFE / AM
