Inicio Venezuela Modelos de chador en Irán, una estrategia comercial para atraer clientes

Modelos de chador en Irán, una estrategia comercial para atraer clientes

El uso del chador, una prenda de ropa femenina originaria de Irán que se coloca en la cabeza y cubre todo el cuerpo salvo el rostro, fue promocionado por las autoridades iraníes desde el triunfo de la Revolución Islámica en 1979 como seña de identidad frente a la occidentalización de la sociedad.

Pese a que los códigos de vestimenta se han relajado desde los inicios de la República Islámica, aunque siga siendo obligatorio el uso del velo, muchas mujeres de todas las edades se cubren con esta prenda tradicional.

«El chador no tiene edad, lo compran desde niñas de 5 años hasta mujeres de 70. Normalmente las mayores eligen chadores convencionales, mientras que las jóvenes o las madres con hijos buscan la comodidad y optan por aquellos fáciles de llevar», dijo a Efe Mohamad Ali Bahramí, dueño de una tienda del bazar de Tayrish.

En su comercio, al igual que en otros similares, una serie de maniquíes exhiben los distintos modelos de chador. Como la diferencia es mínima, pequeños carteles indican su nombre.

Otra vendedora de chadores de Tayrish, Maryam, explicó a Efe que el oficial iraní es «el antiguo, al que no se le ha hecho ningún cambio», y es el que usan las mujeres más tradicionales acostumbradas a vestir con esta prenda.

«Es el más difícil de recoger, tienes que ser una verdadera experta para llevarlo, por eso las chicas jóvenes que se acaban de hacer chadorí empiezan con los otros modelos, que son más sencillos y muchos de ellos tienen mangas», agregó.

El uso del chador se generalizó en Irán durante la dinastía Qayar, a finales del siglo XVIII, pero fue prohibido temporalmente por el shá Reza Pahleví en la década de los 30 del siglo pasado en el marco de su política de modernización del país al estilo Occidental.

De hecho, uno de los modelos que se puede encontrar en las tiendas hoy en día es el «qayarí», cuyo estilo es también antiguo y se caracteriza por ir atado a la cintura, según la dependienta Maryam.

«Después del oficial iraní -continuó Maryam- llegaron hace una década el «melí» (nacional) y el «daneshyuí» (universitario), y después se fueron diseñando los otros modelos».

La vendedora puso el ejemplo de que hasta hace tres años no se vendían chadores con piedras incrustadas.

A ese modelo, igual que el nacional pero más trabajado, le llaman «yalda», que toma su nombre de la noche más larga del año, celebrada en Irán por todo lo alto.

Los nombres varían, no obstante, de una tienda a otra.

Al final, son simplemente un reclamo para el público, una forma de marketing.

Así lo reconoce Bahramí, quien precisó que «siempre hubo diferentes modelos de chador», pero que su variedad aumentó hace cuatro años.

«La mayoría de los nombres los hemos elegido los comerciantes para que se vendan con más facilidad.

El cliente viene y pide directamente el modelo que quiere», agregó.

Cada modelo tiene, además, un precio, desde algo menos de 10 euros a 50, siendo el más caro el «árabe», ya que lleva profusa decoración, y el más barato el «universitario», que es de diseño sencillo.

Según Bahramí, «todos esos modelos los usan las mujeres para llevar un ‘hiyab’ (velo) más completo», con el fin de seguir de modo más estricto los códigos morales islámicos.

El uso del chador no es obligatorio en Irán, pero sí el del «hiyab», un punto no exento de controversia sobre el que el líder supremo, Ali Jameneí, ha dado su opinión.

«Si queremos evitar que nuestra sociedad se sumerja en la corrupción, debemos mantener a las mujeres en el ‘hiyab», afirmó Jameneí, según un texto sobre la materia disponible en su página oficial.

Sobre el chador, el líder iraní criticó en ese mismo texto que Reza Shá lo prohibiera alegando que las mujeres no podían realizarse profesionalmente si vestían esa prenda.

«Cuando las mujeres iraníes entraron en las actividades sociales llevaban chador», según Jameneí, quien preguntó: «¿Cuál es el efecto negativo de llevar chador?».

EFE/ FR