Inicio Actualidad Económica Atrapados en Portugal: «Que no venga nadie, que no hay gasolina»

Atrapados en Portugal: «Que no venga nadie, que no hay gasolina»

Encerrados en un hotel y sin posibilidad de ir más allá. Ése es el horizonte de Ángel y su pareja para los próximos tres días, o más allá. La huelga de transportistas decretada el lunes en Portugal ha desabastecido las gasolineras del país, una situación que ha pillado por sorpresa a los miles de españoles que han viajado desde España con sus coches. «Que no vengan, porque se van a quedar tirados sin gasolina», alerta Ángel a los turistas desde un hotel en el entorno de Cabo Da Roca, cerca de Cascais.

Este ingeniero residente en Madrid se desplazó el sábado a Oporto desde la capital española, con su propio coche, para pasar unos días en Portugal. «No sabíamos nada de la huelga, que empezó el lunes. Ayer bajamos hacia Cascais y a última hora vimos largas colas en las gasolineras y no sabíamos por qué», narra. La huelga ya había dado comienzo y los servicios mínimos no se estaban cumpliendo. A su llegada a Cabo da Roca, Ángel solo contaba ya con gasolina para 100 kilómetros, «prácticamente en la reserva».

Por la noche se enteraron por la televisión de que había una huelga que estaba afectando al suministro de gasolina. «Nadie nos dijo nada, ni ahora tampoco, es como si quisieran evitar cancelaciones turísticas». Por la mañana, Ángel «invirtió» 30 kilómetros de la poca gasolina que le queda dando vueltas por la zona en busca de carburante. Imposible. Largas colas y apenas suministro. El anuncio del Gobierno luso decretando el estado de alerta para garantizar el suministro, sobre todo a los aeropuertos, ha provocado que los portugueses se lanzaran en masa a hacer acopio. «La gente está forrando sus coches de gasolina, garrafas y garrafas, por el mensaje del presidente», señala Ángel.

A los turistas esta situación les ha pillado desprevenidos. «Nosotros ahora estamos aquí en un hotel en mitad del campo», asegura este español. Su idea era ir a la playa, hacer un curso de surf que ya tenían contratado y visitar Sintra, pero «no nos llega la gasolina. Solo podemos esperar a ver si mejora la situación». Incluso no saben cómo volver a España si esta situación se alarga: «La única posibilidad que se me ocurre es compensar a un amigo para que venga con gasolina desde Badajoz».

El suministro de aeropuertos como el de Lisboa y Faro está en el aire, por lo que el Ejecutivo luso ha previsto mecanismo como la «requisación civil» para abastecerlos y ha movilizado a los militares. La huelga decretada por el Sindicato de Trasnportistas de Mercancías Peligrosas es indefinida y puede afectar seriamente al turismo del país vecino en unos días en que recibe precisamente una gran cantidad de visitantes españoles.