Cinco días después de las elecciones del 14F, ERC y JxCat han celebrado este viernes su primera reunión para formar un nuevo Govern después de que ambas formaciones se hayan reunido por separado con la CUP. Sus nueve diputados pueden ser claves para la investidura del candidato republicano, Pere Aragonès.
ERC y JxCat quieren aprovechar la «oportunidad» tras salir reforzado el independentismo en las urnas y han destacado que las candidaturas independentistas por primera vez han «superado la barrera del 50%» de los votos en las elecciones catalanas, y han visto reforzada su mayoría absoluta en el Parlament, ahora con 74 de los 135 escaños: «Hay que aprovhechar la mayoría independentista en el Parlament».
Los republicanos de izquierdas han valorado la «nueva derrota de los poderes del Estado que querían apartar al independentismo de las instituciones». ERC propone una coalición amplia que incluya a la CUP y a los comunes y JxCat pone el acento en un «acuerdo entre las fuerzas independentistas parlamentarias».
Negociar con el Estado
Aragonès ha pedido a todos los partidos soberanistas «romper viejas inercias» y ha apostado por la negociación con el Estado. En la reunión extraordinaria del Consell Nacional de ERC, ha dicho que es el momento de que ERC asuma «la responsabilidad» de ostentar la presidencia de la Generalitat».
Ha subrayado que Cataluña tiene la oportunidad de «poder tener un presidente independentista y de izquierdas por primera ven en muchos años». Entiende que cual es el mandato: «La ciudadanía se expresó con claridad -ha explicado- y dio un mandato exigente y directo a todas las fuerzas políticas que defendemos la autodeterminación y la amnistía».
También ha tenido tiempo para recordar la Historia: «El 14F ha acabado siendo un nuevo 14 de abril (1932), y esto permite hacer temblar los fundamentos de los últimos 40 años y construir la nueva Generalitat republicana, pero llevándola al siglo XXI… Hay que cambiar las inercias y construir de nuevo, iniciar una etapa de transformación profunda del país desde el minuto 1».
Aragonès quiere hacer cuatro revoluciones: «Social, feminista, verde y democrática». Quiere igualmente, negociar con el Estado para dirigir el nuevo Govern lhacia a consecución del referéndum de autodeterminación y la amnistía, «además del fin de la represión», y ha apostado por la negociación con el Estado.
En este sentido, la negociación con el Estado debe ser fructífera porque «la paciencia de los catalanes no es eterna». «Hay que dejar de mirar hacia dentro, de buscar excusas, y mirar hacia delante, hay que pensar en grande y ver que tenemos la oportunidad de construir un país mejor, con igualdad de oportunidades y unos buenos servicios públicos… Es la hora de la esperanza, y de iniciar el cambio de la nueva Generalitat republicana», ha concluido Aragonès.
