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Una banda lo ató y le pegó en su casa para robarle hasta el whisky

Con su esposa de viaje en Coronel Suárez para visitar a su suegro, un hombre de 39 años se quedó solo en su casa de City Bell y en la previa a la cena del jueves decidió pasar el tiempo mirando una película en televisión.

Cuando se levantó para ir al baño se estremeció al descubrir que tres desconocidos se metían por una ventana corrediza de su dormitorio y lo amenazaban con destornilladores.

Eran las 20.30 y arrancaba así un angustiante episodio para José Chiaraviglio (39) en su vivienda de 26 y 457, en el barrio Quintas de Alvear, a unas 20 cuadras del centro de City Bell. Calvarios parecidos vivieron distintas familias de La Plata en las últimas semanas, en una seguidilla de asaltos en casas que vienen sacudiendo a toda la Región.

En un mano a mano que mantuvo ayer a la tarde con EL DIA, el damnificado contó con lujo de detalles cómo se desarrolló este nuevo caso de inseguridad y mostró el sector del alambrado perimetral que los delincuentes rompieron, sobre un lateral que da a la calle 457, para colarse en su propiedad.

“ME PEDÍAN DÓLARES”

Tras describir que uno de los maleantes “tenía un pasamontañas de lana sobre la cabeza y los otros dos, buzos con capuchas y barbijos”, Chiaraviglio apuntó que en su habitación lo ataron de pies y manos con los cables de cargador de celular, además de amordazarlo con un pañuelo y ponerlo boca abajo en la cama.

Una vez que los delincuentes se aseguraron que de ese modo la víctima no podría ofrecerles resistencia, se abocaron a lo que los llevó al lugar: revisar muebles y cajones de diversos ambientes de la casa, para alzarse con dinero y otros elementos de valor.

“Me estaban dejando un desorden tremendo con todo lo que descartaban, por lo que les dije dónde estaba la plata. Eran 60.000 pesos que tenía ahorrados para comprar cortinas y otras cosas para la casa, ya que hace un mes que nos mudamos”, reveló.

Lejos de conformarse, la banda siguió revisando minuciosamente los ambientes con la certeza que podían encontrar una suma superior. “Hasta sacaron la tapita de la tecla de encendido de la luz del baño”, ejemplificó la víctima, “porque decían que tendría dólares”, explicó.

Por eso, reveló Chiaraviglio, lo agredieron físicamente con los destornilladores.

“Me pegaron fuerte en los brazos con los mangos y con la punta en la cabeza”, reflejó, aunque aclaró que igualmente no le provocaron heridas.

Enseguida detalló que los intrusos “se hicieron de otros 8.000 pesos que tenía en la billetera que también me robaron, junto a documentación personal, tres notebooks (una de ella de modelo viejo y que no funcionaba), un celular y una mochila”.

Pero a ese importante botín le sumaron “una botella de whisky, que sacaron de una caja que estaba en la cocina”.

“ERAN extranjeros”

Chiaraviglio no pasó por alto el acento extranjero del trío de ladrones: “Por la tonada, creo que eran de Paraguay o Bolivia”, calculó, como supuso también que “eran jóvenes”, estimando que “dos de ellos aparentaban tener unos 19 años y el restante, 25”.

El paso de la banda por la vivienda se hizo notar no sólo por el robo, la violencia y las amenazas a su dueño: “Me ensuciaron toda la casa con las zapatillas embarradas con las que vinieron”.

Una vez que la banda emprendió la fuga, el hombre decidió esperar un rato en su dormitorio. “Cuando ya se notaba el silencio, en señal de que se habían ido, aproveché que las manos no estaban atadas muy fuerte y al desatarme, enseguida activé la alarma de casa y la de la Alarma Vecinal”.

Un puñado de minutos más tarde, arribaron a la escena una comitiva policial y personal de la alarma privada contratada por el damnificado, que se consoló reflexionando que “por suerte mi esposa estaba de viaje en Coronel Suárez, porque fue a visitar a mi suegro”.

“Pero luego le avisé de lo ocurrido y decidió regresar antes de lo previsto”, acotó.

PIDEN LUCES LED

En otro pasaje del extenso diálogo con este diario, Chiaraviglio recordó que en el barrio le contaron que en el verano “hubo varios robos de bombas de piletas de natación”. Y, al igual que otros vecinos de la zona, pidió “que instalen luces led”.

Ayer a la mañana, en 26 entre 460 y 461, robaron en otra casa y crece el miedo de los vecinos del barrio

Vecinos del mismo barrio denunciaron que en 27 y 457, hace unos días intentaron usurpar una casa