Inicio Colombia Tras retrasos, Planta de Tratamiento de Aguas de Bello empezó a operar

Tras retrasos, Planta de Tratamiento de Aguas de Bello empezó a operar

Con un sobrecosto de 70.000 millones de pesos y tres años de demoras, ya está en operación la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) de Bello, que busca que el río Medellín tenga las condiciones de oxígeno necesarias para contener vida. El proyecto, conocido también como la Planta Aguas Claras, ya tiene en funcionamiento dos de sus cuatro líneas de operación, con lo cual están tratando 3 metros cúbicos de caudal por segundo, según informó EPM.

De acuerdo con Adriana María Londoño, gerente de Proyecto de Aguas de EPM, en este momento ya está entrando agua contaminada a la planta y, por medio de un proceso técnico y químico, luego retorna limpia al río. El 20 de octubre se puso en funcionamiento la primera línea de operación y al final de esta semana, la segunda. De forma gradual, empezarán a funcionar las otras dos, de aquí a enero de 2019.

La funcionaria también indicó que el costo total del proyecto fue de 1,6 billones de pesos y que está en un avance del 95 por ciento, el 5 restante corresponde a obras de urbanismo y acabados.

En Aguas Claras haremos un tratamiento de tipo secundario para remover la contaminación disuelta a las aguas residuales

Además de la planta de tratamiento, también se construyó una planta de secado térmico, única en el país y que permite secar el biosólido (lodo) que se genera en el proceso de tratamiento de agua para reutilizarlo. Una de las grandes novedades es que a partir de dicho biosólido también se produce al menos el 50 por ciento de la energía que la PTAR necesita para funcionar.

Londoño añadió que esta planta es de gran importancia para el cuidado del río Medellín y garantiza un paso clave para que en el futuro se pueda recuperar su estado original de pureza y hábitat de vida.

Solo en ella será posible tratar el 50 por ciento de las aguas residuales, cifra que se suma al 25 por ciento que se trata en la Planta San Fernando, que opera desde el año 2000. Para lograr un 100 por ciento de tratamiento, EPM ya está analizando opciones y adelantando estudios de factibilidad para construir una nueva planta en Barbosa, Copacabana o Girardota.

La idea es que el agua que retorne al río haya sido limpiada de todo tipo de material y basura.

Foto:

Guillermo Ossa / EL TIEMPO

Aun con los beneficios que le trae la planta al medioambiente, al río y a las comunidades, sobre el proyecto pesan dificultades que se vivieron durante su ejecución y que hoy tienen en controversias a varias partes.

La gerente informó que por los retrasos en el inicio de operaciones, que se tenía previsto para finales de 2015, y los costos adicionales, EPM instauró una reclamación en contra del consorcio constructor HHA, integrado por las firmas coreanas Hyundai Engineering and Construction y Hyundai Engineering y por la española Acciona Agua.

Subcontratistas, afectados

A juicio de EPM, retraso y sobrecostos son atribuibles al contratista, pero este considera que no es así.

“Existen unos mecanismos en el contrato y legales que nos permiten hacer la reclamación. Estimamos que el incremento causado por la mayor permanencia de la obras son del orden de los 70.000 millones de pesos, que son objeto actualmente de reclamación al consorcio constructor. A juicio del consorcio hay situaciones que no se le pueden atribuir, pero EPM considera que hay situaciones que en efecto tendrían que haber sido subsanadas por el contratista”, explicó Londoño. Por ello, el desacuerdo ya está en manos de las instancias correspondientes, para encontrar una solución.

Pero el problema no incluye solo a EPM y HHA. Al menos 35 empresas que actuaron como subcontratistas del consorcio hoy están en serias dificultades económicas, algunas, incluso, en procesos de liquidación, según afirmó Mauricio Cadavid, representante de la empresa Colbombeos de Concreto, que participó en las obras desde mayo de 2013 como subcontratista.

Estimamos que el incremento causado por la mayor permanencia de la obras son del orden de los 70.000 millones de pesos, que son objeto actualmente de reclamación al consorcio constructor

Entre las irregularidades que refirió están presuntos incumplimientos de parte de HHA, que llevaron a que no se pudiera completar el contrato en su totalidad, que implicaba el vaciado de 111.000 metros cúbicos de losas de concreto, de los cuales solo pudieron ejecutar 23.000. El contrato era de 28 meses, los cuales tuvieron que cumplir hasta el final, aun con las pérdidas que ello le trajo.

“Esto le pasó a otros subcontratistas. Nosotros cuando iniciamos las obras en la planta estábamos muy orgullosos de trabajar en una obra tan importante, invertimos recursos, llevamos equipos, personal e instalamos nuestra capacidad allí. Pero, encontramos una serie de dificultades que se basan en la falta de diseños previos de la obra, que afectaron los procesos de construcción. Cuando los subcontratistas íbamos a hacer un trabajo determinado, no había las condiciones para lograrlo, por ejemplo, no se había hecho la remoción de tierra o no había recursos para movilizar al personal”, manifestó Cadavid, quien dijo que en su caso particular tuvo pérdidas de unos 1.100 millones de pesos.

Para estas empresas, dichas dificultades se convertían en tiempo muerto, en el que no podían poner en marcha la ejecución de los contratos. Finalmente, añadió Cadavid, el consorcio concluía que no cumplieron con los mismos, pero la alta permanencia de tiempo en la obra les generó grandes pérdidas económicas. Aunque los subcontratistas buscaron apoyo en EPM, la empresa indicó que no tenía la competencia para dirimir esos conflictos. Hoy, varias de estas compañías están en procesos contra el consorcio, pero no cuentan con el músculo financiero para soportar el tiempo que estos tardan.

¿En qué consiste el tratamiento que se hace en Aguas Claras?

La planta trata todos los materiales que llegan al agua por medio del interceptor Norte, una estructura subterránea (túnel), que va desde Moravia hasta la planta.
Asimismo, por medio de unos colectores que están operando completamente y que fueron construidos en algunas quebradas, estos recogen las aguas provenientes de sanitarios, lavamanos y lavaderos de las casas. A la PTAR también llegan aguas residuales de la industria y los sumideros de la ciudad.

Mientras se estabilizan los procesos que están comenzando, EPM le pidió a la comunidad tener paciencia con los malos olores que de manera intermitente se están presentando y que durarán otro periodo de tiempo, se espera que hasta inicios del próximo año, cuando se vean más los efectos de los sistemas de control de olores sofisticados que hay en la planta.

Hasta el momento, desde su entrada en operación, la PTAR Aguas Claras ha retirado más de 25 toneladas de basuras y material contaminante. Cuando la planta opere al 100 por ciento, la cifra ascenderá a 120 toneladas de carga orgánica por día.
En inmediaciones del lugar también se construyó la UVA Aguas Claras, en la que la comunidad puede realizar actividades recreativas y pedagógicas, encaminadas a comprender la importancia de contribuir al cuidado del río desde la cotidianidad.

HEIDI TAMAYO ORTIZ
Redactora de EL TIEMPO
Medellín
En Twitter: @HeidiTamayo