Inicio Chiiist! Por qué debes evitar los cotilleos en el trabajo

Por qué debes evitar los cotilleos en el trabajo


El divoricio viral de Angelina Jolie y Brad Pitt;  el récord de audiencia en España del programa First Dates,  los Reality Shows en prime time… No resulta llamativo que la televisión esté plagada de programas del corazón y ciertos formatos cuando las búsquedas más recurrentes en Google delatan qué interesa en Internet: las relaciones bisexuales de Cara Delevingne, la depresión de Selena Gómez  o el último incidente de Kim Kardashian


Facebook e Instagram suman más de 32 millones de usuarios en España que (in)voluntariamente participan en la vida de los demás. Para bien o para mal, los expertos aseguran que cotillear es algo innato en las personas. Nos hace humanos y según cómo reaccionemos, nos mantiene unidos o nos diferencia. Puedes ser seguidora del clan más rentable para los medios de comunicación, Las Kardashian o, por el contrario, unirte al software de James Shamsi y descargarte su App KardBlock para que no aparezca ni una noticia relacionada sobre ellas, ni en tu navegador ni tus perfiles sociales. La cuestión es,  ¿por qué somos cotillas y por qué hay que evitar convertirse en una gossip girl.


En su libro Grooming, Gossip and The Evolution of Language el psicólogo Robin Dunbar valoraba los chismes como un instrumento de orden social y la cohesión. Sugiere en su publicación que «el lenguaje se desarrolló en respuesta a nuestra necesidad de mantenernos al día con amigos y familiares. Necesitamos conversación mantener el contacto y comunicarnos», dice.


Sin embargo, la Dra. Allison Poulsen sugiere identificar cuáles son las motivaciones del cotilleo para mantener intactos el optimismo y la (buena) energía. Por eso, si tienes algún compañero de trabajo que te viene con el último Extra, analiza la situación:


Por aburrimiento: el cotilleo surge por crear debate. Se debe más a un comentario con ánimo de crear charla entre un grupo.

Por involucrarse: más que un chisme se trata de un secreto. Se aprecia desde el punto de vista de la aceptación a un grupo pero no va con malicia.

Por captar la atención: cuando se trata más de rumores que de cotilleos, es de forma temporal pero no tienen demasiada importancia ni afecta a los demás de manera despectiva.

Por infelicidad: cuando los comentarios son siempre despectivos.


¿Cómo sugiere los expertos que hay que enfrentarse a los cotilleos?


Puedes cambiar de tema dando a entender que no te interesa entrar en esa conversación; intentar enfocarlo desde el lado positivo o rebatir su pensamiento si consideras que es dañino; o justificarte diciendo que tienes que tienes prisa o una reunión. Porque cotillear de forma privada a través del smartphone es humano pero no des pie a las personas tóxicas que critican por sistema porque sus vidas son grises o frustradas.


Como diría Robert Fripp: «algunos encuentran el silencio insoportable porque tienen demasiado ruido dentro de ellos mismos».