MIAMI, Estados Unidos. – Los jóvenes venezolanos Melvin Gregorio Farías Gutiérrez y Junior Gerardo Rojas Gutiérrez llevan un año presos en los sótanos de la Dirección General de Contrainteligencia Militar sin haber sido procesados por la justicia, revelaron medios del país suramericano.
La fuente indica que Farías Gutiérrez, de 21 años y trabajador y director de una joyería, y Rojas Gutiérrez, un policía nacional suspendido, fueron encarcelados tras un leve incidente con dos escoltas del presidente del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) sin siquiera haber sido procesados.
El suceso ocurrió el 18 de abril de 2018, cuando, tras un incidente violento ocurrido en la joyería en que ambos jóvenes trabajaban, Samuel Moreno, hijo del presidente del TSJ, Maikel José Moreno Pérez, insulto a los empleados de la tienda por lo ocurrido, recibiendo la respuesta de Farías Gutiérrez. Como consecuencia, el Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (CICP) del municipio Chacao se llevó a los dos empleados de la joyería a declarar.
Ahora, casi un año después de los hechos, los jóvenes continúan en la Dirección General de Contrainteligencia Militar, donde se encuentran detenidos los militares que el régimen cataloga como más peligrosos y ejecutivos de CITGO, la filial de PDVSA en Estados Unidos.
Sin embargo, lo que fue un leve intercambio de insultos, ha sido magnificado por el régimen chavista, a tal punto que a Rojas Gutiérrez le imputaron homicidio intencional en grado de frustración contra el hijo del presidente del TSJ.
Se le acusa también de lesionar al escolta Sergio Emilio Sánchez, cuyo informe de médico forense no estaba en el expediente, de tenencia ilícito de armas y usurpación de funciones porque tenía su carnet de policía nacional, institución de la cual estaba suspendido.
