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¿Por qué es tan difícil resistirse a los ojos suplicantes de un perro?

Hacer ojitos: estos gestos faciales de los perros realmente van dirigidas a nosotros, según un estudio. [iStock/ SensorSpot]

Cualquiera que tenga un perro está familiarizado con esa mirada. A medida que la ceja se levanta, los ojos se agrandan y agrandan… Es tentador interpretar este gesto como una súplica de un perro triste por un bocado de la cena. Ahora, un pequeño estudio respalda la idea de que los canes realizan expresiones faciales para comunicarse con las personas, aunque tal vez solo para involucrarnos, más que para manipularnos.

Los animales observados  produjeron más del doble de expresiones faciales (los «ojitos de cachorro»  fue una de las más comunes) cuando una investigadora se situaba en frente del animal que cuando estaba de espaldas. Pero no parecía importar si, además, también tenía comida. Estudios anteriores han demostrado que un perro se emociona más viendo comida que con el contacto social con una persona silenciosa, por lo que debe haber algún otro motivo, a parte del estado emocional, para explicar el comportamiento del reciente estudio.

«Los canes ponen sus ojos más atractivos para nosotros cuando les estamos mirando, no solo cuando estamos cerca o en respuesta a comida», explica Brian Hare, investigador de la Universidad de Duke en Estados Unidos. «Se trata de una investigación realmente interesante».

El artículo, publicado en la revista Scientific Reports, se suma a un creciente número de trabajos que evidencian el grado de sensibilidad de los perros hacia la atención humana. También proporciona la primera prueba en una especie animal que no sea un primate de que las expresiones faciales se pueden utilizar de forma activa para comunicarse, explica Juliane Kaminski, investigadora de la Universidad de Portsmouth que lideró el estudio. En trabajos anteriores, se suponía que tales expresiones son un reflejo involuntario del estado emocional del animal.

El equipo de Kaminksi estudió 24 animales de distintas razas (incluyendo 10 perros mestizos) y edades (de 1 a 12 años). Se ató a cada ejemplar con una correa en una habitación silenciosa;  y con una cámara de video se enfocó su cara. Una investigadora, a quien se le había presentado el perro, se situó a un metro de distancia.

La persona adoptó cuatro posiciones diferentes: en frente del animal y mostrando comida en sus manos; en frente pero sin mostrar comida; situada de espaldas al perro y sin mostrar comida; o de espaldas y mostrando comida. Durante el estudio, la investigadora trató de mantener su mirada enfocada hacia un lugar fijo de la pared, y no respondió a los comportamientos del can. Todos los perros completaron dos de estos ensayos, en días distintos.

Las expresiones faciales se analizaron en el Centro de Cognición Canina Bridget Waller con la ayuda del sistema DogFACS,  basado en un Sistema de Codificación de Gestos Faciales para personas que identifica los cambios del rostro observables asociados con los movimientos musculares subyacentes. A pesar de que el gesto de la «ceja hacia arriba» significa tristeza en las personas, no hay pruebas de que indique tristeza en los perros, señala la autora del estudio. Y los humanos tienden a encontrar este gesto atractivo en los canes.

Sin embargo, Kaminski advierte que esto no significa que los perros usen la expresión facial para comunicar cualquier mensaje. «Ver comida y al mismo tiempo a un ser humano atento no hace que los perros pretendan parecernos súper tiernos».

Sería interesante averiguar si los canes modulan estos gestos en función de la identidad de la persona, añade Gregory Berns, investigador de la Universidad de Emory de Atlanta que utiliza escáneres cerebrales para analizar el comportamiento de estos animales.  «Intuyo que los perros intentan comunicarse con nosotros a menudo, pero no somos lo suficientemente buenos para interpretar sus señales».

Emma Young/Nature News

Artículo traducido y adaptado por Investigación y Ciencia con permiso de Nature Research Group.

Referencia: «Human attention affects facial expressions in domestic dogs», J. Kaminski et al., en Scientific Reports  el 19 de octubre de 2017.