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Por fin los catalanes somos libres… ¡Ya tenemos la República Nazionalista de Cataluña!

Puigdemont ha liberado a Cataluña de igual manera que Hitler liberó a Alemania

Los catalanes por fin tenemos una república independiente gracias a 70 diputados valientes que se han escondido tras un voto secreto y a Carles Puigdemont, un presidente democrático que nadie ha votado.

Puede que el nuevo estado catalán haya costado fracturar la sociedad. Puede que haya costado dinamitar la economía. Puede que no se haya contado con lo que opinan los fachas (o españoles, que es lo mismo) pero eso no importa. Lo que verdaderamente prevalecerá en nuestra gloriosa historia es que Cataluña, por fin, se ha librado del franquismo. Sabemos que Franco lleva muerto más de 40 años pero esos pequeños detalles no nos hará cambiar de opinión.

El mensaje que caló en los 90 fue aquel famoso «España no nos quiere» y sacamos unas olimpiadas ejemplares pagadas por los españoles; en la década de 2000 fuimos capaces de hacer creer lo increíble: «España nos roba» y conseguimos meter a los ladrones españoles en la cárcel mientras que los del 3% siguen en libertad. Pues bien, ahora llega el «España nos pega». Conseguiremos meter en la cárcel a aquellos que nos oprimen gracias a nuestros medios de comunicación que astutamente cada día señalan -con imágenes en anillo- los motivos por los que Cataluña es un estado oprimido a base de porras.

Los catalanes hablamos catalán por lo que somos capaces de utilizar dos idiomas. Un claro ejemplo de la superioridad de todo un pueblo.

Esta libertad que empezamos a saborear ha sido posible, no sólo por 70 diputados valientes y un presidente no votado, sino también gracias al Estado español que ha sido capaz de reconocernos unos «hechos diferenciales» que aunque los catalanes no hemos sabido concretar con precisión, sí lo han hecho personalidades tan ilustres como Felipe González, José Luis Rodríguez Zapatero e incluso José María Aznar y que sabiamente han logrado plasmar en la propia Constitución.

Nos han reconocido una lengua y una cultura claramente superior que, aunque se parece mucho a la del resto de España, hemos procurado diferenciar y convencer al Estado de sus claras peculiaridades: nadie prepara el pan con tomate como nosotros los catalanes, nadie baila la sardana como los catalanes, nadie es capaz de construir castillos humanos como los catalanes y, por si fuera poco, hasta la comunidad internacional coincide en que si la crema se denomina «catalana» no es por casualidad. Gracias a estos rasgos culturales identitarios absolutamente irrefutables hemos conseguido ser un Estado libre y soberano.

Ahora ha llegado el momento de crear nuestro propio sistema educativo donde podamos decirles a nuestros hijos que los Países Catalanes no es sólo Cataluña sino también Valencia, Baleares y una parte de Aragón. Porque aunque en estos momentos somos pequeños, en el futuro seremos grandes: nos une la cultura y la lengua.

Ahora por fin podremos crear -libremente y sin ser criticados- nuestros medios de comunicación que informen sobre la verdad, que no es otra que la que defiende el nazionalismo fundamentado en el principio universal -repito, reconocido incluso por la propia Constitución española- que afirma que los catalanes somos superiores y diferentes al resto de españoles.

La república catalana será un estado verdaderamente democrático donde se podrá votar libremente y cuyo resultado siempre será el que decida el Parlament que es el órgano de representación popular.

Los catalanes sabemos que estos retos no serán fáciles y que si algo sale mal la responsabilidad será del Estado franquista, opresor y centralista de España.

Si nos quitan la libertad que nos ha traído el nazionalismo, si destituyen a nuestro presidente no votado o si cercenan la voluntad de los catalanes que ha sido amañada en un referéndum democrático realizado por buenos catalanes con la supervisión de fuerzas leales como los Mossos de Escuadra… si pasa todo esto, la culpa será de Madrid, del gobierno franquista de Rajoy y de esa España facha que nos odia por ser catalanes.

¡Viva la república nazi-onalista de Cataluña!

Por El Periodista Cínico