Inicio Actualidad Económica El número de «ninis», en mínimos desde 2005

El número de «ninis», en mínimos desde 2005

En los años más duros de la recesión, muchos jóvenes españoles fueron expulsados del mercado laboral por la masiva destrucción de puestos de trabajo que asoló el país. Los afectados encararon su nueva situación de diversas formas. Unos emigraron en busca de una oportunidad; otros retomaron los estudios; y otros, muchos, sencillamente, se quedaron contemplando la vida, sin estudiar ni trabajar. En 2012, el número de los conocidos como «ninis» –jóvenes que ni estudian ni trabajan– alcanzó los 1,7 millones. Hoy, la cifra ha caído hasta los 1,1 millones, el menor nivel desde 2005, según los datos recopilados por el Banco de España en el recuadro «Cambios en la decisión de participación laboral de los jóvenes tras la crisis», incluido en su último Boletín Económico.

La institución asegura que el repunte transitorio que hubo durante la recesión de la población juvenil –menores de 30 años– que ni estudia ni trabaja «se produjo por el aumento de los jóvenes que habían dejado sus estudios durante el periodo expansivo de entre 1995 y 2007 y que pasaron a la situación de desempleo por la crisis». Tanto el nivel como el porcentaje de los jóvenes inactivos que además no estudian se han mantenido estables durante los últimos 15 años, incluso en periodos de crisis.

La recuperación ha ido reduciendo el número de «ninis». Sin embargo, como asegura el Banco de España, en lugar de reintegrarse en el mercado laboral, los jóvenes han optado por permanecer en el sistema educativo para mejorar su formación. Así, la tasa de actividad de los menores de 30 años se ha reducido de forma significativa, desde el 70% en 2007 hasta el 53% en el segundo trimestre de 2019. Mientras que el porcentaje de jóvenes inactivos que estudian ha aumentado desde el 25,3% de 2007 hasta el 38,7% de 2018, el flujo de entrada de jóvenes en la actividad se ha mantenido tras la recuperación –15,9% en el segundo trimestre de 2019– casi idéntico al de 2014, cuando fue del 16,5%.

El alargamiento en el periodo formativo ha propiciado una mejora de su nivel educativo. El porcentaje de jóvenes que habría obtenido como máximo el título de la ESO a los 25 años se ha reducido desde el 36,5% hasta el 23,3% entre el segundo trimestre de 2007 y el mismo periodo de 2019. La mayor parte de este retroceso, destaca el Banco de España, se tradujo casi exclusivamente en un aumento en el porcentaje de jóvenes que obtienen titulación universitaria, del 23,1% al 33,9%. Los que concluyeron con éxito cualquier otro tipo de formación se incrementaron del 11,5% hasta el 15,9%.

En general, el supervisor asegura que una mayor formación se traduce en mejores resultados laborales. Si bien una persona que obtiene como máximo el título de la ESO presenta tasas de actividad comparativamente elevadas durante los primeros años de su carrera laboral, ésta suele ser más cota, lo que repercute en los ingresos totales a lo largo de la carrera laboral. Además, añade el supervisor, existen diferencias en términos de tasa de paro y de remuneración. De media, la tasa de desempleo de los individuos con edades comprendidas entre los 25 y los 30 años en el segundo trimestre de 2019 fue del 34% para los que poseían como máximo el título de ESO, mientras que la cifra se reducía al 15% para los universitarios y al 18% para los demás colectivos de titulación superior, según los datos extraídos por el Banco de España de la Encuesta de Población Activa (EPA).